jueves, 3 de octubre de 2013

Todos tenemos un modelo a seguir

A lo largo de nuestra vida, en cada una de las etapas que vamos pasando, compartimos momentos con personas que se convierten en modelos a quienes seguir, por ejemplo, cuando somos niños pequeños, lo más común es que comencemos a imitar los movimientos, conductas, reacciones y gestos de nuestros padres, y naturalmente hay una herencia genética que ayuda a que seamos mejores imitadores cada vez.

Conforme crecemos y vamos interactuando con más gente, vamos copiando otros comportamientos, si tenemos un hermano mayor, su influencia se va perfilando en nuestra forma de ser, si tenemos varios hermanos, seguramente vamos a ser más parecidos con quien tenemos una mayor pero inconsciente empatía.

Cuando vamos a la escuela los modelos que seguimos son ahora los compañeros de escuela y los maestros, comenzamos a imitar al compañerito mas popular, nos vamos formando de acuerdo a si el maestro en turno es o no exigente, hay quienes se inclinan por seguir el modelo de los más rebeldes, incluso si muestran rasgos de liderazgo innato, siempre tienen un modelo a seguir.

En la etapa adolescente estamos tan estimulados por los cambios hormonales, que cambiamos de modelo a seguir según nuestros estados de ánimo, actualmente hay tantos estímulos adicionales, antes solo era la televisión y el cine, pero hoy en el mundo del internet y las redes sociales existen tantos modelos así como información disponible al alcance de un click.

Cuando decidimos la carrera profesional a seguir, decidimos de acuerdo a nuestros gustos, pero sin lugar a dudas influidos por las historias de éxito que conocemos, tal vez incluso éstas tienen más peso en la decisión.

Cuando nos vamos incorporando al mundo laboral, son los jefes quienes se van convirtiendo en esos modelos, pero también nos dejamos influir por compañeros y si es el caso, también por colaboradores, queremos ser tan exitosos como las personas que admiramos.

A medida que maduramos, queremos ser como esas personas que pueden sentirse orgullosas de la vida vivida, pero cada vez tenemos menos tiempo para actuar como ellos lo hicieron y la brecha se convierte en insalvable.

Hasta los líderes más exitosos han tenido modelos que han contribuido a forjar su carácter simple y sencillamente porque somos entes sociales, no vivimos en una isla desierta, somos pasajeros de este mundo y compartimos los asientos codo a codo.

Sin embargo siempre nos queda el libre albedrío de elegir a quién seguir, a quién imitar, podemos convertirnos también en personas de influencia, que haya personas que quieran imitarnos y seguirnos, tenemos esa libertad, ejérzanla con responsabilidad.

Les dejo la frase de reflexión de hoy...

"La imitación es la forma más sincera de la adulación."
Charles Caleb Colton (1780-1832) Poeta inglés.


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