¿Cuántas veces hemos culpado de lo que nos pasa a la suerte?, mientras mas viejos somos, mientras más errores cometimos, seguramente el número es mayor, pero, ¿realmente es culpa de la suerte?, ¿hasta dónde los acontecimientos dependen de eventos fortuitos? y ¿hasta dónde depende de nuestra propia preparación?.
Dos personas sufren un accidente, la primera baja de su auto ve los daños y expresa: ¡maldición!, ¡qué mala suerte, mira que tenerme que pasar esto a mí!. La otra persona baja de su auto y dice: ¡caray qué buena suerte, estamos todos bien!. Es el mismo evento, entonces ¿que lo hace diferente?, la actitud y esta es una decisión personal.
Mi Padre jugo siempre a la lotería, desde que tengo uso de razón, cada sorteo jugaba el mismo número: 14342, a veces podía jugar varias fracciones, pero por lo menos jugaba una, no podía dejar de hacerlo, imaginen si el día que no lo compraba, salía premiado. Jugar su billete cada sorteo era tan importante que hasta los Reyes Magos le traían su billete, sí aunque no lo crean, cada seis de enero el billete estaba en su zapato, ¡que buena suerte!, los Reyes sabían en que expendio lo compraba.
En mas de 40 años, sólo sacó reintegros y pequeños premios, ¡qué mala suerte!, hay una probabilidad de 1 en 50,000 de sacar el premio mayor, eso si se meten 50,000 bolitas con un número, si se hace combinando 5 bolitas para formar el número, multipliquen las combinaciones por 10 dígitos por 5 bolitas, entonces el número es mucho, pero mucho mayor. No es suerte es cuestión de probabilidades, son matemáticas. Eso sí, sus probabilidades eran mayores que las de alguien que no compraba billetes.
Cuando tomamos decisiones cruciales en nuestra vida, también juegan las probabilidades, en igualdad de circunstancias, como un volado, las probabilidades serán del 50% es decir una de 2, pero la realidad es que hay muchas variables que pueden alterar esta proporción y una muy importante es el número de veces que se repite el evento, lancen la moneda 10 veces, mientras más veces caiga águila, la probabilidad de que caiga sol estará más cerca.
Ahora imaginemos el caso de un vendedor de seguros, tiene las mismas probabilidades de que le digan que sí o que le digan que no, mientras más veces repite el evento y acumula respuestas negativas, está más cerca de vender una póliza. Pero al mismo tiempo que las probabilidades cambian se va haciendo más experto, domina su producto, maneja las objeciones, va dominando sus nervios, eleva su confianza, comunica mejor y todas esa variables adicionales van cambiando las proporciones ya no de 50 para un sí y 50 para un no, sino ahora de 40 a 60, 30 a 70.
¿Suerte o preparación?, ¿conocen el termino de 10,000 horas?, Es un concepto de Malcom Gladwell que dice que una persona se hace experta después de practicar durante 10,000 horas de preparación, lo que representa hacer lo que hacemos 8 horas al día, durante 5 días a la semana, 50 semanas al año, durante 5 años.
¿Que hace la diferencia en personas como Lorena Ochoa, Michael Jordan, Lionel Messi, Carlos Santana, o cualquier deportista, artista, persona exitosa?, la "méndiga" suerte, Nooooo!, fue la preparación, fueron elevando cada día las probabilidades de tener éxito.
Entonces es una combinación de actitud con preparación.
Así que fácil, practicando cualquiera es bueno. En eso estriba nuestro problema, nos dejamos vencer por la apatía, la indolencia, la pereza, además buscamos atajos, queremos el mayor resultado con el menor esfuerzo, ¡chin, qué mala suerte!. Culturalmente, pareciera ser que estamos pre-diseñados para no querer esforzarnos, es más fácil estirar la mano y que nos den a tener que trabajar.
Ya lo dijo el sabio filósofo urbano Chava Flores: "a qué le tiras cuando sueñas mexicano, hacerte rico en loterías de un millón, mejor trabaja, ya levántate temprano, con sueños de opio sólo pierdes el camión".
Ganó el PRI, qué buena suerte, aprobaron la reforma fiscal, qué mala suerte, pero conseguí un puesto en el gobierno, que buena suerte, pero no es de planta, qué mala suerte, es de asesor, qué buena suerte, se acaba en tres años, qué mala suerte, pero me dan pensión vitalicia, ¡QUE BUENA SUERTE!.
¿Cómo explican entonces que una persona compra un boleto en una rifa y resulta ganador?, ¿cómo explicar lo que llaman estar en el momento oportuno, en el lugar indicado?, Ahí si tiene que ser la suerte, a fuerza!!. Otra vez tengo que decir que NO, siguen siendo matemáticas, pero aunque no coincidan conmigo, en esta ocasión tengo que decirles que la explicación para estos eventos fortuitos es: DIOS, Él sabe y tiene escrito lo que va a ser para Tí, pero como tenemos el libre albedrío de elegir, es común que nos equivoquemos, es aquí cuando Dios nuevamente interfiere directamente y ocurren esos eventos que llamamos suerte, algunos le llaman milagros. Obviamente, tus probabilidades se incrementan si estás más cerca de Él.
Entonces es una combinación de actitud, preparación y ayuda divina, eso es para mí la suerte.
Les dejo la reflexión en una frase, bueno en esta ocasión será en dos...
"Suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran y fusionan."
Voltaire (1694-1778) Filósofo y escritor francés.
"Suerte, es la palabra que usa Dios cuando quiere permanecer anónimo."
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Tú, ¿crees en la suerte?
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