¿Qué tan comprometido eres?, ¿hasta dónde estás dispuesto a llegar?, ¿qué estás dispuesto a hacer?. El compromiso es el segundo concepto de PERMA, engagement en inglés de la fórmula de la felicidad de Martin Seligman, estamos en el proceso de repetir los conceptos y profundizar en ellos para afianzar el aprendizaje, mi intención es que nos sea más fácil practicarlos en nuestro día a día.
Pero ¿qué es el compromiso?. Hay una analogía muy usada para explicar este concepto, es la de los "huevos con jamón", para la elaboración de este platillo necesitamos dos insumos que vienen del cerdo y la gallina, sin embargo no es la misma situación para uno y para otro, mientras la gallina nos proporciona los huevos, solamente está involucrada, el cerdo está comprometido porque tiene que entregar la pierna para el jamón. Así sucede en nuestro paso por la vida y las acciones que vamos realizando, en algunos momentos estamos solamente involucrados y en otras realmente comprometidos.
Pongamos por ejemplo el momento en que decidimos comprometernos en matrimonio, no el compromiso obligado por circunstancias, sino el compromiso adquirido porque encontramos a la persona con quién decidimos vivir el resto de nuestras vidas, ¿porqué elegimos a esa persona?, porque nos gusta, nos apasiona, la amamos, disfrutamos el tiempo que pasamos con el o ella, nos sentimos bien, nos sentimos felices y nuestras acciones cotidianas alimentan ese sentimiento y elevan nuestro compromiso de vivir la vida juntos.
Otro compromiso importante de nuestras vidas es la decisión de tener hijos, ¿porqué lo hacemos?, porque queremos ver cristalizado el amor que sentimos por nuestra pareja en otra persona, porque los amamos desde que están en el vientre de mamá, porque los cuidamos y protegemos desde que nacen, porque queremos lo mejor para ellos, que no cometan nuestros errores, los guiamos, les ayudamos y lo haremos por el resto de nuestras vidas porque estamos realmente comprometidos con ellos, daríamos la vida por ellos si fuera necesario.
En estos ejemplos es relativamente sencillo hablar del compromiso, pero lo mismo pasa cuando elegimos nuestra profesión, algunos con más facilidad que otros gracias a que tienen clara su vocación, pero nos entregamos a ella porque amamos lo que hacemos, nos apasiona, el tiempo pasa rápidamente cuando lo hacemos, lo disfrutamos y realmente estamos comprometidos y nos hace cada vez mejores, ya hablamos también de lo importante de encontrar tu vocación y misión en la vida. http://richosan.blogspot.mx/2013/09/encuentra-tu-vocacion.html
Cuando las circunstancias te llevan por otro camino y eso que te apasiona no es tu principal actividad sino solamente la que le dedicas tiempo libre, tu pasatiempo, también va creciendo tu nivel de compromiso, porque lo amas, lo disfrutas, haces lo necesario y aprovechas cualquier oportunidad para hacerlo. Tengo un ejemplo cercano, el hijo de mi comadre, decidió ser rescatista solamente porque le gusta, soportó todo el entrenamiento físico, muy pesado por cierto, sacrificó fines de semana y días de fiesta haciendo guardias, sin recibir nada a cambio ya que es un trabajo voluntario, sólo por ayudar¿que lo lleva a ese nivel de compromiso?, la pasión de hacer lo que le gusta.
Las personas que participan activamente en obras de caridad, colectas de la cruz roja, pláticas en la Iglesia, que juegan un rol en las elecciones, se comprometen con la democracia, con el bien común, porque aman lo que hacen y su nivel de compromiso es alto.
Pero el compromiso está presente en nuestras acciones cotidianas, levantarnos temprano, hacer ejercicio, ir a nuestro trabajo, hacerlo con responsabilidad, llegar puntual, participar activamente, dar resultados, ir a la escuela, mantener nuestro hogar, que esos pequeños compromisos hagan la suma para comprometerte a ser feliz.
"Cuando una opinión se respalda con compromiso se convierte en convicción."
-Henry Siqueiros
¿Qué tan comprometido estás con lo que haces?
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