"Quién desconoce su historia está condenado a repetirla" dice una frase atribuida a Marco Tulio Cicerón, esto aplica perfectamente a la historia de nuestro hermoso país, en manos de políticos ambiciosos que buscan primero su interés personal y de su círculo cercano antes que el beneficio común de la mayoría de los habitantes .
Para empezar, la historia siempre es escrita por los vencedores, esto es que siempre prevalecerá ese punto de vista, pero también están los complejos, ideologías o creencias personales del escritor y por último lo que el propio lector, cree o interpreta, en muchos de los casos esto último tiene más peso que los hechos y los datos, sumen además que pocos se toman la molestia de corroborar, cuestionar y comparar con diferentes fuentes.
A lo complejo que es la historia y su interpretación, hay que agregar que tenemos una memoria de corto plazo, olvidamos fácilmente lo que nos pasa, como país y como personas, cometemos los mismos errores y reciclamos nuestros problemas.
Probablemente la causa esté en nuestra cultura, los aztecas como pueblo estaban acostumbrados a un Tlatoani, un jefe todopoderoso que solucionaba los problemas de su pueblo, impartía la justicia y conquistaba los pueblos débiles exigiéndoles tributo. Seguimos añorando y buscando nuestro Tlatoani.
Después fuimos otra vez conquistados como pueblo, a diferencia de EU que fueron colonizados, la diferencia fue el tipo de gente que llego, mientras a las colonias llegaron campesinos y granjeros en busca de tierras que trabajar y un buen lugar para vivir, a México llegaron mercenarios que buscaban riquezas rápidas para regresar a España a disfrutarlas, es cierto que llegaron algunos colonizadores, pero quienes tuvieron el poder fueron estos saqueadores.
Tuvimos 300 años de dominación española, reproduciendo todos los vicios y corrupción heredada de la corona, combinada con el poder excesivo de grupos como la Iglesia, terratenientes, militares, burocracia, que fueron cuidando más la conservación de sus privilegios que el bien común.
Tuvimos una "guerra de independencia", sin embargo festejamos o celebramos el inicio de la lucha y no la consumación, se han preguntado porqué los historiadores de México borraron a Agustín de Iturbide y el 27 de septiembre de 1821 de las celebraciones, la razón fue porque Iturbide se declaró Emperador y eso iba en contra de la esencia republicana que el país había decidido y se le considera traidor de la Patria.
Se han preguntado porqué festejamos el 15 de septiembre en la noche y no la mañana del 16, porque Porfirio Díaz cumplía años el 15 y quería que coincidieran las fechas.
Nos venden a nuestros héroes en estampitas como dice Enrique Krauze, nos cambiaron a los santos de la Iglesia por el santoral de la Patria. Porfirio Díaz ha sido uno de los presidentes que mejor crecimiento y desarrollo ha realizado por el país, además lucho en batallas importantes como la de Puebla el 5 de mayo y el 2 de abril cuando venció definitivamente a lo último que quedaba del ejército francés y también ha sido borrado de las celebraciones por que fue un dictador que ocasiono "la revolución mexicana".
En cambio Benito Juárez se nos ha vendido como el pastorcito que cuidaba ovejas y tocaba la flauta y que llego a ser presidente, Juárez no llego a ser un dictador como Porfirio Díaz porque se murió antes y no vendió más territorio que Santa Ana porque porque ya no estaban desocupados como los querían los americanos. Ni siquiera los héroes son perfectos, todos tienen una mezcla de virtudes y defectos y actúan de acuerdo a sus circunstancias y creencias.
Se han preguntado que hubiera pasado si Maximiliano de Habsburgo hubiera derrotado a Juárez, seguramente estaríamos mejor, las pocas acciones de Maximiliano fueron más progresistas y liberales que las del mismo Juárez, por eso fue abandonado por los conservadores que lo trajeron y facilitó su derrota.
Celebramos una revolución que nos ha condenado a una dictadura de partido de 70 años, que además estamos a punto de repetir, y enterramos juntos a una recua de caudillos que luchaban unos contra otros para ver quien se quedaba en el poder y los idolatramos en los altares de la patria, con ese deseo de tener modelos a seguir, pero más porque así han sido descritos por nuestra historia, ¿quién ganó la Revolución?, el abuelo del PRI, entonces a quién le convenía mantenerlo así, pues al PRI.
En ocasiones he platicado que tengo una especie de obsesión con el siglo XIX, en los albores de nuestro México independiente, si no lo han hecho, les invito a leer "Los bandidos de Río Frio" de Manuel Payno, en esa novela podrán ver descrita la vida del México de inicio de la independencia, pero se sorprenderían al ver que tiene una enorme similitud a lo que leíste en el periódico de ayer. Han pasado 200 años y seguimos igual.
"Oh, y ahora quien podrá defendernos", NO, ya no está el Chapulín Colorado, estamos nosotros, están los jóvenes que deben informarse más y ser más críticos y participativos, dijimos que es un problema cultural, entonces ¿cómo cambias la cultura de la gente?, en un artículo sobre la cultura japonesa de producción decía: para cambiar la cultura, primero hay que cambiar lo que la gente hace, eso modifica el comportamiento, cuando se hace consistente es cuando se cambia la cultura. Cambiemos pues lo que hacemos con respecto a lo que no nos gusta del Gobierno, podemos comenzar votando y castigando a quienes no quieren rendir cuentas.
Tampoco a mí me creas todo, investiga y compara, pero haz algo; al final la decisión sigue estando contigo...
"El único deber que tenemos con la historia es rescribirla."
Oscar Wilde (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés.
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