Ayer comentaba sobre el mito del uso del cerebro y me quedé pensando que tal vez algo similar pasa con el uso que damos al corazón, partiendo del mito de que es el órgano de los sentimientos. Tampoco hay una evidencia de que efectivamente sea el corazón quien determine las emociones y los sentimientos, que si tenemos sentimientos positivos tenemos buen corazón o por el contrario si son negativos tenemos mal corazón.
La creencia parte de las respuestas fisiológicas ante las emociones que nos cambian el ritmo cardíaco, sin embargo, si nos extirparan parte del corazón, no podríamos seguir viviendo ya que las funciones de este órgano en el resto del cuerpo son precisamente vitales.
Pero haciendo esa analogía del porcentaje de uso, ¿cuánto dejan ustedes para las emociones positivas y cuanto para las emociones negativas?, parafraseando la tesis de los hemisferios cerebrales y su predominancia, ¿que hemisferio cardíaco predomina en ustedes, el positivo o el negativo?
Definitivamente que una salud emocional depende de que tus emociones positivas predominen, ya hemos hablado del tema en la fórmula PERMA de la escuela de la felicidad, emociones positivas nos hacen abonar a nuestra personal de la felicidad, así que al igual que debemos fortalecer nuestro cerebro con ejercicios, debemos también ejercitar nuestro corazón con emociones positivas.
Una de las mejores formas es construyendo relaciones positivas, otra de los elementos de la fórmula PERMA, la buena compañía en cualquier situación nos hace sentirnos felices, nos dará ocasiones para reír, para agradecer, para expresar y recibir muestras de cariño como besar y abrazar.
Otra forma de ejercitar el corazón hacia las emociones positivas es agradecer, en primer lugar a Dios, a todos quienes nos rodean, simples palabras como "gracias" y "por favor" abren muchas puertas, son las palabras mágicas, no confundir con la broma de que esas palabras son "jale" y "empuje". El agradecimiento sincero derriba barreras y establece nuevos lazos de correspondencia.
Leer, escuchar música, ver películas, el arte en general es una manera de ejercitar el corazón hacia las emociones, vibrar con una melodía, sentir lo que los actores expresan, imaginar, ser empático poniéndonos en el lugar de las personas que se enfrentan a diferentes situaciones difíciles.
Ser generoso, como decía la Madre Teresa "dar hasta que duela" es otra manera de ejercitar el corazón, dar sin esperar a recibir, dar amor, compartir el pan, ser generoso con el tiempo, ya hemos hablado de lo valioso que es, dar generosamente nuestro tiempo a las personas que amamos o a los que lo necesitan, escuchar generosamente, compartir nuestros conocimientos, nuestras experiencias, si alguien lo necesita, también nuestro consejo.
El uso del corazón y su cuidado no es solamente en el aspecto físico que nos invita a hacer ejercicio y cuidar nuestra alimentación, sino también en como lo mantenemos lejos de las emociones que lo envenenan: el odio, la envidia, los celos, la soberbia, las emociones negativas que contaminan y destruyen.
Si te gusta lo que lees, dale un like y compártelo a tus amigos, si quieres que platiquemos de un tema que te interese, mándame un mensaje. Puedes suscribirte y recibir el post por correo.
Por hoy queda la reflexión...
La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Participa y deja un comentario