Ayer no hubo blog, no sé si lo notaron pero no me fue posible sentarme a escribir, mi tiempo fue ocupado por otras actividades, tal vez no tan placenteras pero si más rentables, eso me dejó pensando en cuántas personas enfrentan este dilema todos los días, hacer lo que te gusta o lo que tienes que hacer.
Cuando empecé mi aventura de escribir este blog, estaba en una situación laboral distinta a la que vivo hoy día, se me abría un panorama en el cual podía dedicar mucho tiempo a esta actividad que me satisface y me llena, recientemente el nivel de actividad se me ha incrementado y hay días, como ayer, en los que física y mentalmente no puedo escribir.
Afortunadamente, esos días no son tan frecuentes, pero éste es el tema ¿haces lo que te gusta o lo que tienes que hacer?.
Todos tenemos necesidades que deben ser satisfechas con bienes y servicios que cuestan dinero, por lo tanto debemos tener una actividad productiva que genere los ingresos suficientes, si ésa actividad coincide con lo que más disfrutas, ni siquiera lo considerarás como un trabajo.
Mi afición por escribir no me genera, todavía, ningún ingreso, es por eso que tengo que hacer otras actividades que los generen, actividades que también disfruto pero no con la misma intensidad y por las que tengo que elegir la cantidad de tiempo dedicado a unas y a otras, asi como establecer las prioridades.
Pongamos de ejemplo un cantante, seguramente que disfruta mucho realizar esta actividad y tanto los ensayos como las presentaciones son un tiempo dedicado a esa afición y cobra por ello, aún así seguramente tendrá que atender a la prensa, hacer comerciales o promocionales, entrevistas con productores, atender a proveedores, esa parte de su afición es trabajo, es la que se siente obligado a hacer, por que lo que realmente quiere es cantar, no todo lo demás.
¿Qué proporción de tu trabajo estás o te sientes obligado a hacer? , ¿qué porcentaje de la actividad por la que ganas dinero te hace feliz?,si no estás conforme, ¿Has hecho algo al respecto?.
No se trata de salir y renunciar al trabajo y perder la estabilidad económica que los ingresos constantes te proporciona, porque el no tener los medios para cubrir tus necesidades te traerá en automático una infelicidad, de lo que se trata es de identificar lo que te hace feliz, comenzar a invertir la proporción de tiempo para dedicarle más a lo que te hace feliz y tratar después de obtener ingreso por eso que disfrutas.
Es curioso como todo parte del mismo origen siempre, TU MISMO, el conocimiento personal es el núcleo del cual giran en forma concéntrica todo lo demás, familia, relaciones, trabajo, espiritualidad. Cada blog es una nueva manera de viajar al centro de tu propia consciencia y tomar acciones, una pequeña mejora cada día.
Por hoy te dejo la reflexión...
"Dichoso es aquel que mantiene una profesión que coincide con su afición."
George Bernard Shaw (1856-1950) Escritor irlandés.
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