jueves, 9 de octubre de 2014

Emprender, otra opción al desempleo

Sin proponérmelo, estos últimos post se han convertido en una pequeña serie relacionada al trabajo, ayer que hablamos de la bendición de tenerlo y que esté bien remunerado, me quedé pensando en la alternativa que significa emprender un negocio para obtener ese ingreso necesario.

No es fácil emprender, se requiere tener un perfil especial para serlo y mucho más complejo es lograr el éxito en la Empresa, emprender en cierta forma está ligado al tema con el que iniciñe la serie, con hacer lo que te gusta, hacerlo bien, que alguien pague por ello.

¿Han leido los libros de Robert Kiyosaki? entre ellos está "Padre rico, padre pobre" y "El cuadrante del flujo del dinero", se los recomiendo ampliamente. Kiyosaki hace referencia a que nos ubicamos en cuatro cuadrantes según ganamos el dinero o somos Empleados, Autoempleados, Dueños o Inversionistas.

En resumen el concepto lo define a grandes rasgos así: en el primer caso, el empleado intercambia su tiempo por dinero, en pocas palabras se alquila; en el segundo la profesión es su propio empleo, también cambia su tiempo pero con diferentes jefes y la persona es el negocio como los médicos, abogados, arquitectos; el dueño ya tiene empleados que trabajan por él, pero sigue al frente de un negocio que debe cuidar y finalmente, el inversionista es aquel que solamente pone a su dinero a generar más dinero.

¿En qué parte del cuadrante te quieres mover? pregunta Kiyosaki en sus libros, pero no es sencillo llevar a la práctica, como muchas de las recomendaciones que se hacen, requieren de enfoque, práctica y constancia, pero en primer lugar de un buen conocimiento de nuestras habilidades personales.

Hay otro factor muy importante para emprender y es el capital inicial, recuerdo de las historietas de la "Familia Burrón" los negocios que iniciaba Borola con "saliva", es decir,  con nada más que su labia para convencer a sus vecinas, ojalá fuera tan sencillo encontrar esas oportunidades en las que, de la nada se forman grandes empresas, pero es muy difícil, todos requieren inversión y la disponibilidad para otorgar financiamiento es limitada, los bancos prestan hasta que les demuestras que tienes los bienes suficientes para no necesitar el préstamo, irónico.

Después hay que tener la fuerza para resistir los embates iniciales del negocio, sortear los inumerables trámites que la burocracia ha inventado para obstaculizar la formación de nuevas empresas, campo fértil para que nuestros ilustres burócratas soliciten "engrasar los engranes del sistema" con una gratificación para agilizar tu solicitud.

Una vez que logras poner en marcha el negocio, tendrás que enfrentar un nuevo embate, ahora en la figura de los impuestos, aún no estás creando riqueza pero ya la tienes que compartir con el estado, eso si antes no te ha visitado el crimen organizado para venderte la protección para poder trabajar, mediante su módica "cuota".

El emprendedor debe tener como principal competencia o habilidad la resiliencia, debe en primer lugar ser un optimista crónico y una persona que siga adelante a pesar de cualquier adversidad, los esfuerzos son muchos pero las recompensas son mayores, los empresarios que han logrado mantener con éxito su negocio, disponen, la mayoría de las veces, de mejores condiciones de vida y más tiempo de calidad.

Si no logras conseguir un buen trabajo, tal vez es el momento de decidirte y probar suerte como emprendedor.

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"Aquel hombre que pierde la honra por el negocio, pierde el negocio y la honra."
Francisco de Quevedo (1580-1645) Escritor español.






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