Les ha pasado que han tratado a una persona durante cierto tiempo y repentinamente tiene un cambio radical en su comportamiento y en el trato hacia ustedes se vuelve diametralmente opuesto, una persona que es cordial se convierte en hosca y agresiva, una persona abierta y confiada se convierte en una persona tímida y desconfiada.
¿Que sucede en las personas que se transforman de esta manera?, realmente no lo sé y si pretenden encontrar una respuesta en el blog, no la hallarán así que dejo a su criterio seguir leyendo. Puse el ejemplo del primer párrafo porque es una manera muy evidente en que se manifiesta ese cambio, sin embargo hay matices menos evidentes, a veces imperceptibles.
Es normal que las personas cambien con el tiempo, van madurando, van aprendiendo, corrigen sobre la marcha comportamientos que consideran nocivos, fomentan nuevos hábitos, lo ideal es que sean positivos, así que ver y convivir con una persona en una etapa de su vida, dejarla de ver y nuevamente reencontrarse puede producir esa sensación de que la persona ha cambiado mucho con los años, pero quien la ve cotidianamente no percibe la forma gradual en lo que lo hizo.
Hay características de la persona que nunca cambian, ni con el tiempo, eso es lo que va estableciendo su carácter, su personalidad, se van creando los "paradigmas" personales que son esos esquemas mentales que nos formamos y conforme a los cuales actuamos ante las diversas circunstancias, por ejemplo si reaccionamos gritando para establecer nuestra opinión en una discusión, es un paradigma personal creer que mientras más alto hablemos mayor peso tendra nuestra opinión y tendremos la razón, por lo tanto gritar es igual a tener la razón.
De tal manera nuestros paradigmas empatan con nuestra personalidad y se van arraigando hasta que hace más dificil cambiar, no imposible, siempre se podrán romper los paradigmas personales teniendo una clara consciencia de uno mismo, lo hemos comentado en este sitio.
Lamentablemente, las personas cambian también para mal y eso es lo que dio origen al blog de hoy, una persona que hace años tocó las puertas de la empresa para la que trabajo y que recibió la ayuda personal del dueño durante el poco tiempo que trabajó aquí, se olvidó del buen trato y del apoyo que recibió en tiempos difíciles para él, se fue de la empresa entablando una demanda que finalmente ganó gracias a las argucias de los abogados.
Dicen que "Nadie está peleado con su bolsillo", pero me quedé pensando en qué momento la persona se transformó de un dócil empleado necesitado de trabajo y apoyo económico en el feroz demandante reacio a cualquier negociación, ¿en qué momento cambian las personas?
Hoy me quedo con más dudas que respuestas, les dejo la frase para la reflexión...
"Las personas cambian y generalmente se olvidan de comunicar dicho cambio a los demás."
Lilliam Hellman (1905-1984) Dramaturga y guionista estadounidense.
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