miércoles, 23 de julio de 2014

¿Conservador, atrevido o temerario?

La pregunta que abre el tema es una duda permanente en cómo se deben afrontar los retos que se nos presentan en la vida, si bien la actitud que tomamos está vinculada a nuestra propia forma de ser, en la mayoría de los casos actuamos de acuerdo a diferentes motivaciones.

En uno de los primeras publicaciones les platiqué sobre un temor personal en la plataforma de clavados de 10 metros, no pude estar de pie para acercarme a la orilla de la plataforma, tuve que ir "pecho a tierra" para asomarme, nunca me atreví a lanzarme y eso que aprendí a nadar desde muy chico.

Tengo algunos sueños que se repiten donde me veo en las alturas y siento que caigo, podría decirse que tengo algún tipo de fobia, sin embargo en una ocasión con un grupo de amigos subimos a la montaña "La Malinche", aunque no es una cuesta muy pronunciada la llegada a la cima implica cierto esfuerzo para escalarla y la vista al descender se ve mucho más empinada que de subida, ¿cómo me atreví a subir una montaña de más de 4,000 metros y no pude lanzarme de 10 metros a una alberca?

No se la respuesta, pero eso que me pasó, nos pasa a muchos cuando enfrentamos obstáculos o asumimos retos, si somos conservadores, medimos mucho los riesgos que pueden pasar, pensamos mucho las posibilidades antes de decidir, el tiempo que invertimos en el análisis de las posibilidades puede hacer que se pierda el momento preciso y las oportunidades, temores, precauciones, más análisis, todo nos detiene y nos impide actuar.

Por el contrario si somos atrevidos, tomamos las decisiones con menor información corremos más riesgos y apostamos a que las cosas salgan bien, pero si no sucede así, rápidamente le damos vuelta a la hoja y asumimos el siguiente reto, la rapidez con que se actúa o se decide, hace que se aprovechen mejor las oportunidades, que se llegue primero a un lugar, ser el primero en atreverse y lograr algo, ser el pionero de un negocio, solo actuan, ponen manos a la obra.

Pero existe el extremo, el temerario que se lanza al vacío de la plataforma y ni siquiera ha corroborado si está llena de agua, son personas que han inhibido de alguna manera el miedo al grado de que se vuelven temerarios, todas sus decisiones son arrebatadas, hasta inconscientes, intuitivas, viscerales, suelen ser empresarios exitosos, incluso millonarios o son unos completos fracasados, no tienen punto medio.

Las personas que afrontan sus retos con temeridad pueden tener grandes recompensas, pero también grandes consecuencias.

A veces quisiera tener una mayor dosis de atrevimiento, aunque he corrido mis riesgos en las decisiones que he tomado, en el análisis a posteriori del resultado, es posible que ante determinadas circunstancias me sentí como si fuera a pararme en la plataforma y en otras como si fuera a escalar "La Malinche"; concluyo que me hubiera gustado ser más atrevido, pero mi propio perfil es más conservador, de hecho en mi trabajo permanentemente hago evaluaciones de riesgos, lamentablemente, esta visión me hace estar más atento de lo malo que puede pasar a lo bueno que se pueda lograr.

Y tú ¿eres conservador, atrevido o temerario? Mientras te analizas, te dejo la frase de reflexión...

"En la adversidad conviene muchas veces tomar un camino atrevido."
Séneca (2 AC-65) Filósofo latino.


 

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