En Monterrey estamos en plena canícula, es la época más calurosa del año son 40 días que comienzan el 14 de julio y terminas el 24 de agosto, hemos tenido temperaturas que superan los 40 grados y hay pronósticos de que la próxima semana probablemente llegue a los 45, es un calor infernal.
Según la revista muy interesante, el término canícula "deriva de canis, "perro", y hace referencia a la estrella de Sirio (apodada "la Abrasadora") de la constelación de Canis maior, que es la más brillante del cielo nocturno durante ciertos días de verano en el hemisferio norte."
Cuando me mude a Monterrey hace casi 10 años, uno de los puntos en contra y que me hacían dudar era precisamente el clima, el cuál muchos califican de extremoso, sin embargo, quitando estos 40 días, el resto del año es muy tolerable, de hecho me gusta que las estaciones estén bien marcadas y en primavera y otoño el clima es realmente agradable.
El invierno en Monterrey tiene una gran diferencia con el centro del país, aquí el frio dura todo el día y noche por varios días sin subir la temperatura, esto provoca que las casas, preparadas para el calor, se conviertan en verdaderas hieleras, hay ocasiones en que llega a salir el sol y es más agradable la temperatura afuera que adentro. Lo mismo pasa con el calor, la temperatura no da tregua, es prácticamente la misma en la noche y en el día, amanecemos a 28 o 29 grados y llegamos a 40 a las cuatro de la tarde.
La ventaja es que la mayoría de los lugares públicos están preparados para estas temperaturas, lo mismo pasa con la mayoría de las casas, aunque esto implique disponer parte del presupuesto para el gasto de energía eléctrica que el uso del aire acondicionado o los calentadores de gas causa.
Hay una leyenda urbana que dice que los industriales que desarrollaron Monterrey habían elegido Saltillo a 60 kilometros de distancia pero 10 grados menos de temperatura, pero que como el gobernador de Coahuila no dio las mismas facilidades, las industrias se pusieron aquí a pesar del clima. Hoy la ciudad tiene muchas comodidades de la modernidad y cercanía con los Estados Unidos, personalmente estoy muy a gusto y a mis amigos digo que soy Regio naturalizado.
Mi ciudad adoptiva es una de las mayores consumidoras de Coca Cola, en esta época el consumo se dispara por las altas temperaturas, compite fuertemente con la cerveza, aunque el hecho que más miembros de la familia la consuman iguala el hecho de que hay quien se toma un six o un doce un viernes por la noche.
Este verano hay que sumar al calor la magnífica idea de ponerle tu nombre a una lata, en la mercadotecnia, no hay nada más dulce para un consumidor que el sonido de su nombre, por eso los vendedores usan como técnica referirse por tu nombre en cada oportunidad, ahora, Coca Cola lo pone en un producto que está asociado por la publicidad con muchos aspectos familiares, las redes han hecho viral la búsqueda de tu nombre en la lata.
Hay bebés que su primera palabra es "coca", es la bebida de las reuniones familiares, llenas con productos promocionales como la casita navideña, el arbol, las botellitas y los vasos del mundial, se convierten en artículos de colección y hay en el mundo personas que pagan fortunas por un artículo raro o antiguo de la marca.
Ahora, si me voy a tomar 400 calorías, yo prefiero una cerveza y más si está acompañada de una carne asada, tradicional de estas tierras regias, de la mejor carne que he comido, pero tal vez ese tema merezca un blog completo, por el momento les dejo la frase para la reflexión...
Dios es día y noche, invierno y verano, guerra y paz, abundancia y hambre.
Heráclito de Efeso (540 AC-470 AC) Filósofo griego.
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