El término que da título a la publicación de hoy fue acuñado por Enrique Krauze, famoso historiador mexicano que produce los programas de Clío que pasan los domingos en la noche y quien es autor entre otras obras de la trilogía de "Biografía del poder" que consta de 3 libros: "Siglo de caudillos", "Biografía del poder" y "La presidencia Imperial", según Krauze, en la época post-revolucionaria y de formación del nuevo Estado mexicano emanado del conflicto armado, la educación se convirtió en una herramienta de propaganda y cómo la única institución que competía con el Estado en fuerza y precisamente en la educación era la Iglesia, la fabricación de héroes míticos llenos de virtudes fue la estrategia para sustituir los santos católicos por éstos héroes que pasaron a formar "el santoral de la Patria".
Ya he comentado que tengo una especie de fijación con el siglo XIX, he leido algo de historia de la época y muchas novelas históricas que se centran en esa etapa de la formación del México independiente, puedo recomendar un recorrido literario y comenzar con "Los bandidos de Río Frío", de Manuel Payno que narra las costumbres de la época, se sorprenderán con el parecido del México actual, parece que están leyendo el periódico de ayer.
Después pueden leer "El seductor de la Patria", una novela de Enrique Serna, los llevará por la vida y vicisitudes deAntonio López de Santa Ana a quién Oscar Chávez, cancionero popular, llama "nuestro mejor vendedor" en una de sus canciones, siguiendo la secuencia pueden leer "Noticias del Imperio" de Fernando del Paso, en donde también como una novela tendrán una visión del malogrado imperio de Maximiliano.
La trilogía de Krauze abarca todo el siglo XIX con una visión más formal pero con una narrativa igual de amena que si fuera una novela, es el siglo de caudillos, esas lecturas pueden explicar de mejor manera mi obsesión y el porqué los protagonistas de nuestra historia son hombres comunes y corrientes con defectos y virtudes, ni son totalmente buenos, ni tampoco totalmente malos, como nuestro sitema educativo se ha encargado de proclamar.
Ni Juárez es el pastorcito que tocaba la flauta mientras cuidaba las ovejas de su tío en Oaxaca, ni Porfirio Díaz es el villano que causó la revolución tras 30 años de dictadura implacable. Han sido sacadas de la historia las celebraciones tanto de la consumación de la Independencia, el 27 de septiembre de 1821 y a Agustín de Iturbide porque se proclamó Emperador; así como el 2 de abril de 1867 cuando fue recuperada Puebla de manos de los franceses por Porfirio Díaz y provocó su retirada definitiva del país.
Si a Juárez no lo hubiera matado una apoplejía, se hubiera eternizado en la presidencia a la cual se aferraba febrilmente, y como dice su canción..."todavía viviría, tará tararán"; poca gente sabe que Porfirio Díaz se levantó en armas contra Juárez bajo el lema de "sufragio efectivo, no reelección", el mismo que fue usado en su contra por los Maderistas. Porfirio Díaz cometió muchos errores durante su gobierno, pero le dio 30 años de estabilidad a México, le dió infraestructura, facilitó la industria, el comercio y lo puso a competir con las potencias europeas, toda proporción guardada.
Han pasado más de 100 años desde que Porfirio Díaz fue desterrado de su país y expulsado del santoral de la Patria, fue un soldado que peleó por la República y sus intereses contra extranjeros y sus aliados nacionales, héroe del 5 de mayo y del 2 de abril, fechas de victorias del ejército mexicano. Murió exiliado y sus restos descansan en un panteón en Francia, país contra el que luchó, al que venció y que, sin embargo, le dio asilo. Viendo una serie de fotos antiguas estaba la imagen de la renuncia mecanografiada y firmada de Porfirio Díaz en ella decía:
"Espero, Señores Diputados, que calmadas las pasiones que acompañan a toda revolución, un estudio más concienzudo y comprobado haga surgir en la conciencia nacional, un juicio correcto que me permita morir, llevando en el fondo de mi alma una justa correspondencia de la estimación que en toda mi vida he consagrado y consagraré a mis compatriotas..."
En este México maniqueo, veo difícil que algún día se haga justicia y se permita que regresen sus restos con los honores de soldado que merece y se juzgue en su justa dimensión de hombre lo que hizo, en su enteder, por nuestro país.
Hoy tenemos políticos que le han hecho más daño al país y les seguimos pagando una pensión. Les dejo la frase para la reflexión...
"Alimentad el espíritu con grandes pensamientos. La fe en el heroísmo hace los héroes."
Benjamin Disraeli (1766-1848) Estadista ingles.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Participa y deja un comentario