Es curioso cómo la mayoría de las personas tenemos una imagen de nosotros mismos muy diferente a la que ven los demás, algunas veces nos menospreciamos, tenemos una autoestima baja y tenemos una imagen por debajo de cómo nos ven, pero hay ocasiones en que nuestra autoestima está tan alta que creemos tener cualidades que ni remotamente poseemos.
Eso es totalmente aplicable en todos los sentidos, pero es especialmente observado en materia laboral, sobre todo cuando se trata de hacer evaluaciones de desempeño, el reto de las personas que tienen que calificar el comportamiento y resultados de sus colaboradores es el ser objetivo, poner en hechos y datos tangibles las metas, las mediciones y los resultados quitando la parte subjetiva y de percepción.
Es natural que nos sintamos merecedores de los mayores reconocimientos, creemos que nuestro esfuerzo no tiene comparación y debe ser recompensado con dinero, beneficios, bonos, premios o cualquier remuneración adicional que nos "motive" a seguir con ese desempeño, ¡como si no fuera nuestra obligación dar resultados por nuestro trabajo!.
"El principio de Peter", es un corolario de Lawrence J. Peter en la que manifiesta que "todo colaborador asciende en la jerarquía hasta que llega a su nivel de incompetencia", el principio establece también que hay una relación con la conciencia del individuo en su competencia, es decir, hay personas que son conscientemente competentes o conscientemente incompetentes, pero las hay también inconscientemente competentes o inconscientemente incompetentes.
Éstas últimas son muy peligrosas y más si tienen poder de decisión, pueden llevar al fracaso negocios enteros, pero el ser inconscientemente incompetentes es debido a que la percepción de nosotros mismos es mayor a lo que realmente es, las personas lo ven, nuestros jefes lo ven, nuestros pares lo ven y lo peor es que nuestros colaboradores lo ven y nosotros no. Hace algunos días preguntaba si los líderes deben aceptar sus errores, esto es distinto, el reconocer un error es estar consciente de una equivocación, la incompetencia es una serie de equivocaciones, una cada vez mayor que la otra, es no poder encontrar la salida a una espiral decreciente de desempeño y no estar consciente de ello, pensar que es el entorno y no nosotros los culpables.
¿Cómo corregimos esto?, lo primero es conocer nuestras habilidades y competencias, identificar nuestras debilidades, trabajar en ellas permanentemente, y lo principal es estar atento a las señales para identificar nuestra incompetencia inconsciente, busquemos mentores o tutores, que sean muy objetivos y que nos ayuden a visualizar desde otra perspectiva nuestro desempeño.
No olvidemos que el resultado de nuestro trabajo es una forma tangible, con datos duros, con números fríos de nuestro desempeño, si los resultados no se dan, seguramente es por algo, busquemos primeramente en nosotros las causas antes de buscar culpables externos y justificaciones.
Así como es en el trabajo, este principio aplica para las relaciones humanas, hay personas que son inconscientemente incompetentes para establecer relaciones positivas y duraderas, hagamos el mismo ejercicio de análisis para corregirlo.
Les dejo la frase para su reflexión...
"La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia."
Amos Bronson Alcott (1799-1888) Filósofo y profesor estadounidense.
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