jueves, 23 de enero de 2014

Las consecuencias de tus actos

El día de hoy reflexionaba sobre la ejecución de un reo mexicano condenado a muerte en Texas por el asesinato de un policía, Edgar Tamayo. Lo primero que viene a mi mente son una serie de preguntas: ¿es justo que se le quite a una persona la vida porque el tomó otra?, ¿fue juzgado justamente o afectó que fuera un inmigrante mexicano fuera de su país?, ¿el que exista la pena de muerte hace que disminuyan los delitos?, ¿debió intervenir el estado mexicano para obtener el perdón?, ¿merecía el perdón?, ¿apoyas la pena de muerte?, si el policía asesinado fuera tu padre, hermano o esposo ¿cambiarías tu opinión al respecto?.

Es tan complejo poder emitir una opinión sobre este tema, mi opinión personal es que no se debe tomar una vida para castigar a una persona por quitar otra, no estoy de acuerdo con la pena de muerte, no creo en "ojo por ojo, diente por diente". Sin embargo, estemos de acuerdo o no, esta persona violó la ley y tuvo que asumir las consecuencias de sus actos.

A pesar de mi desacuerdo en la pena de muerte, no estoy de acuerdo en que el gobierno de México intervenga por un delincuente juzgado porque no estoy de acuerdo tampoco si el gobierno de Estados Unidos interviniera por un reo juzgado y condenado en México, aún a pesar de que haya desigualdad en las leyes, es lo que pasó con Francia en el caso de Florence Cassez, la liberaron por las irregularidades en su detención, pero aún no me queda claro si es o no inocente.

Imaginen como se sienten las víctimas de los secuestros, si es que esta persona participó y es realmente culpable, ahora está en libertad, fue recibida en Francia como heroína, acaba de escribir un libro, fue recibida por el presidente y... ¿si es culpable?

Nuestra percepción de la justicia siempre está en función del grado de afectación que sufrimos, si somos los principales afectados queremos que el responsable no se quede sin castigo, que sufra lo que sufrimos, probablemente muchos, lleguen a aprobar la pena de muerte en este caso, nuestra ceguera confunde la justicia con venganza.

Estos ejemplos radicales de una situación extrema, ayudan a clarificar mi concepto del día de hoy y es que somos la consecuencia de nuestros actos. Trasladémoslo a situaciones más coloquiales, más simples, pero no menos importantes.

Si no te preocupas por estudiar, prepararte, probablemente reprobarás el exámen; si comes sin control y en exceso, seguramente engordarás, pondrás en riesgo tu salud; si bebes en exceso y manejas un automóvil seguramente tendrás más posibilidades de sufrir un accidente; si mientes perderás la confianza de quienes te rodean; si eres perezoso, probablemente perderás tu trabajo, en fin, tendrás que asumir las consecuencias de tus actos.

Transforma tus actos a positivo, si estudias aprobarás facilmente, si mides tu alimentación estarás sano y tu imagen mejorará, si disfrutas de la fiesta sin beber, regresarás sano y salvo a casa, si hablas con la verdad tendrás relaciones positivas y duraderas, si eres proactivo y diligente prosperarás en el trabajo y tendrás éxito. Todas estas también son consecuencias de tus actos. 

Si no hubiera cometido un delito y asesinado a un policía, hoy Edgar Tamayo probablemente estaría vivo y libre. Ahora dejemos a Dios que juzgue sus actos.

Les dejo mi frase para la reflexión...

"En la vida no hay premios ni castigos, sino consecuencias."
Robert Green Ingersoll (1833-1899) Politico y orador norteamericano.


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