Esta expresión quiero referirla a la forma que tienen los niños de afontar los acontecimientos en su corta existencia, obsérvenlos, su capacidad de aprender es impresionante, parecen una esponjita que absorve y absorve y parece que nunca se llena.
Quienes tienen hijos pequeños o nietos,disfruten esta etapa, se va tan rápido que apenas te darás cuenta y ya se habrá ido, como agua entre tus dedos, su infancia, solamente nos van quedando fotografías, recuerdos y nostalgia.
Obsérvenlos como demuestran su interés, cuando ven a un adulto haciendo algo, me recuerdan mucho las escenas que recreço Chespirito en el Chavo del Ocho, cuando llegaba y observa a "Ron Damon" cómo clavaba una tabla o cualquier tarea, esa curiosidad de niño que desde luego lo molestaba dando lugar a la situación cómica del programa, si alguien pudo reproducir el comportamiento infantil, además de una manera graciosa fué Chespirito en ese programa.
Pero hoy quiero hablar de comportamientos que tuvimos como niños y que debieramos conservar en nuestra conducta adulta, ya comenté una de las más importantes, el deseo de seguir aprendiendo constantemente, ser como un libro en blanco que debe llenarse todos los días de nuevos conocimientos, cuanta gente va por el mundo con ese aire de sabelotodo, que tiene el sìndrome de "producto terminado", que ya no hay nada nuevo bajo el sol y que no hay nada que le puedan enseñar, sea el tema que fuere. Vean a los niños y aprendan como ellos.
Otro que va muy ligado al primero es conservar la curiosidad, el preguntarnos siempre si es la mejor forma de hacer las cosas, si no existe otra más fácil, más rápida y porqué no, hasta más barata de hacerlas. Tener curiosidad de cómo funcionan las cosas, para entenderlas, para aprender y mejorarlas. Esto incluye lo material y lo espiritual.
Jueguen y diviertanse, a medida que crecemos nos olvidamos de divertirnos, asumimos nuestras responsabilidades y pensamos que la única manera de cumplirlas es con solemnidad que raya en la tristeza o el enojo, porque no verlas como un juego.
Ríe a carcajadas, ¿hace cuánto tiempo que no lo haces?, hay muchas situaciones que pueden detonar esa respuesta, encuentra las tuyas, la risa tiene un efecto liberador de endorfinas, es llamada la "hormona de la felicidad" por el efecto positivo que tiene en la salud, en el ánimo y la disposición de los seres humanos.
Confía y cree en la gente, a medida que crecemos nos hacemos desconfiados, estamos a la defensiva, pensamos que todas las acciones de las personas con quien nos involucramos tienen una intención oculta y actuamos con paranoia.
Nunca pierdas tu capacidad de asombro, haz cosas nuevas en tu vida, corre, ejercítate, juega, abraza, abraza mucho, besa, rie, rie a carcajadas, llora, llora de risa, emociónate, en pocas palabras, vuelve a ser niño.
Aquí les dejo un video que muestra un poco lo que digo...
Como siempre les dejo mi reflexión en una frase...
"Todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan."
Antoine de Saint-Exupery (1900-1944) Escritor francés.
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