Recién comentábamos en una clase sobre el dilema ético, cómo identificar, cómo saber que estoy haciendo lo correcto ante una situación que reta la forma como vivimos o entendemos los valores.
Para comenzar podríamos estar de acuerdo en lo que es ética y para eso no hay nada mejor que nuestro amigo diccionario:
ético1, ca.
Nos quedamos con la última definición, las normas morales que rigen la conducta humana, pero ¿cuáles son estas normas?, comentaba el profesor que en la India es común recibir dádivas como agradecimiento para la realización de negocios, pero eso en nuestra cultura es un soborno. Lo que para unos puede ser ético para otros no lo es. Entonces ¿cómo saber si estoy haciendo lo correcto? Ese es el dilema.
Me llamó mucho la atención la forma en que resuelve su propio dilema, comentaba que si se presentara la ocasión de tomar una decisión, por ejemplo aceptar un regalo de un proveedor, lo primero que piensa es cómo reaccionarían en el trabajo sus jefes, sus pares o sus colaboradores si se enteraran. Después que pasaría si el público, la sociedad, amistades o conocidos se enteraran. Por último que pasaría, cómo reaccionaría su familia si se enteraran.
Siempre las acciones deshonestas, poco éticas salen a la luz, incluso después de muertos. Casualmente leía una nota periodística al respecto de cómo, con el tiempo, han cambiado en los Estados Unidos los puntos de vista de la historia y ponía como ejemplo a John F. Kennedy, quien en los años sesenta era reconocido como un político joven que iba a conducir el destino de su país a la modernidad y la nueva era, sin embargo con el pasar de los años su imagen a quedado como un político, un buen orador que tuvo mejores discursos que lo que realmente hizo, ni siquiera haber resuelto favorablemente el famoso problema de los misiles fue suficiente, sus ahora famosos "líos de faldas" han terminado por mermar su imagen histórica.
La trascendencia de nuestras acciones, cuando son consideradas poco éticas, van más allá de nuestra vida terrenal, aunque no seamos personajes públicos o famosos, van a ser conocidos por familiares y amigos.
¿Cómo resuelven ustedes su dilema ético?, un oficial de tránsito los sorprende pasándose un alto y los detiene ¿qué hacen? aceptan su culpa y la boleta de infracción o negocian una "mordida"(un soborno dicho coloquialmente).
Están ustedes en el trabajo y necesitan imprimir unos documentos personales ¿qué hacen, las imprimen? si solamente son unas hojitas, no se va a ir a pérdida el negocio por unas hojitas.
Con que frecuencia mientes con el pretexto de que son "mentiras piadosas" para no hacer daño, con que frecuencia callas o ignoras situaciones que sabes que no son las correctas, sabiendo que eso nos hace cómplices. Hasta dónde eres flexible en la aplicación de tus propias reglas, hasta dónde toleras y hasta dónde te permites torcer tus principios, ¿lo haces solamente porque alguien te ve? Leí una frase que dice que "honestidad es hacer las cosas correctas, incluso si nadie te ve".
Es cuestión de valores ya hemos comentado al respecto el mes pasado http://richosan.blogspot.mx/2013/10/tienes-el-valor-o-te-vale.html, en cuestión de valores no hay términos relativos, son absolutos, es como estar embarazada, o estás o no estás, no puedes estar medio embarazada. Eres honesto o no.
Es cuestión de valores ya hemos comentado al respecto el mes pasado http://richosan.blogspot.mx/2013/10/tienes-el-valor-o-te-vale.html, en cuestión de valores no hay términos relativos, son absolutos, es como estar embarazada, o estás o no estás, no puedes estar medio embarazada. Eres honesto o no.
Nuestro querido México está enfrentando una tremenda crisis de valores, hoy los niños en Tamaulipas y Sinaloa quieren ser narcos, cuando les preguntas porqué, responden: porque tienen camionetotas, cintos pitiados, hebillotas de plata o de oro, botas hechas de pieles de serpientes, mujeres y whiskey. Hoy los maestros toman las calles y se plantan secuestrando las vialidades, matando los negocios y las fuentes de empleo, hoy los políticos gastan en corrupción, sueldos y en su imagen el dinero que obtienen de impuestos y que deberían enfocarse en dotarnos de verdadera seguridad. Los ciudadanos vivimos al día sin participar ni exigir, quejándonos y viendo cómo sacamos alguna ventaja también.
Pero, la realidad es que hay muchas voces que claman por que las cosas cambien, y para que suceda, tenemos que empezar nosotros mismos, cada uno, impulsar a nuestros hijos, fortalezcamos nuestros valores y hagamos que se replique.
Los que tenemos la oportunidad de trabajar en una empresa, normalmente estamos involucrados con los valores declarados por la Organización, incluso hay algunas que declaran un código de ética por el cual tratan de regir el comportamiento de los empleados, lamentablemente, no siempre están alineados con los valores personales y conducta de cada quién, pero hay esfuerzos orientados en ese sentido.
Pensando en la familia como una Organización, también, aunque no lo creamos, tenemos un código de ética, una forma de conducirnos, sin embargo no está declarada como tal y por lo tanto a veces la forma como la comunicamos resulta confusa, terminamos haciéndolo sólo por el ejemplo, lo que hacemos es más poderoso que lo que decimos, el riesgo que corremos es que nos desviemos hacia lo incorrecto y eso estemos enseñando a nuestros hijos.
Vale la pena reflexionar un poco sobre que valores fundamentales está cimentada tu familia, si todos los miembros los conocen y entienden, si todos los viven día a día. El amor, la confianza, el respeto, la disciplina, el trabajo, la ayuda mutua, la comunicación, el perdón, la fé, la caridad, la honestidad, la verdad, la solidaridad, la humildad, ¿has definido los tuyos y los vives?
A veces lo único realmente valioso que heredamos a nuestros hijos son estos valores y no los bienes materiales.
Les dejo mi reflexión en una frase...
"La familia es base de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden por vez primera los valores que les guían durante toda su vida."
- Juan Pablo II
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