Soy ex-fumador. Comencé a fumar aproximadamente a los 14 años, estaba en la secundaria y tal vez porque siempre estuve con compañeros más grandes que yo, o porque mi padre fumaba, o simplemente por curiosidad comencé a fumar.
Recuerdo una vez en que con amigo de la secundaria compramos una cajetilla de cigarros y fuimos al parque que estaba cerca de la escuela a fumar, platicábamos como dos grandes adultos, creo que ni sabíamos agarrar el cigarro, ni sabíamos hacer lo que se llama "dar el golpe", solamente aspirábamos y exhalábamos el humo. Fumamos como cuatro cigarros en un lapso de una hora como máximo.
Cuando llegué a la casa, comencé a marearme y me dieron náuseas, me fui a acostar inmediatamente sintiéndome muy mal, recuerdo a mi papá preguntándome que que me habían dado que me había puesto así, a mí llorando y vomitando contestando que nada, a pesar de esa desagradable experiencia, seguí fumando.
Lo recuerdo vagamente, pero creo que fue mi hermana mayor quien me enseño a "dar el golpe" del cigarro, es decir llevar hacia dentro en los pulmones el humo, en otras palabras "tragarlo" y después exhalarlo, también me mareé cuando fumé mis primeros cigarros con golpe.
Nunca fui de los que se levantaba y lo primero que hacía era fumar, mi padre si lo hacía. Recuerdo a mi papá levantándose a media noche al baño y antes de ir prender su cigarro sentado al borde de la cama al incorporarse, ir al baño y regresar nuevamente a sentarse al borde de la cama a terminar su cigarro.
Mi primer cigarro del día siempre fue al salir de la casa, fuera la hora que fuere y sin importar si había desayunado o no, cuando estaba en la preparatoria fumaba en el salón de clases, era permitido y aunque sabía que molestaba a algunos, sin importarme demasiado los demás, seguía fumando. Para el medio día llevaba también media cajetilla. A los 17 años fumaba una cajetilla diaria de 20 cigarros.
Cuando inicie la universidad, trabajaba y estudiaba, de tal manera que solamente los fines de semana por la noche era los momentos de la fiesta, llegaba a amanecer compartiendo con amigos, ahí mi cuota diaria de cigarros podía llegar fácilmente a las 2 cajetillas. Yo no lo percibía, pero olía a cigarro, mi ropa olía a cigarro, cuando dejaba un lugar quedaba oliendo a cigarro. Tan solo tenía 20 años y ya acumulaba casi seis de ser fumador empedernido.
Mi primer intento de dejar de fumar fue en un propósito de año nuevo, duró solamente hasta septiembre en mi fiesta de cumpleaños en que me dí de regalo un cigarrito, esa fiesta me fume como diez y para el día siguiente ya estaba fumando nuevamente al ritmo que lo hacía el diciembre anterior, me sentí frustrado por no poder dejar de fumar o contener mi adicción restringida a uno o dos cigarritos al día o a la semana.
Fumaba aunque estuviera enfermo, cuando por fin me decidí a dejar de fumar fue porque, teniendo una terrible tos, escupí algo que me espantó, en ese momento destruí los cigarros que me quedaban y los tiré a la basura, yo sabía que tenía una dependencia psicológica y una dependencia física, aunque no lo conocía muy bien, use el método de los alcohólicos anónimos: "sólo por hoy" . Esa frase retumbó en mi cabeza y cada mañana hacía el firme propósito de no fumar ese día, me propuse dejar de fumar sólo por un día y al día de hoy he acumulado 26 años sin fumar, 9,490 días sin fumar, por lo menos 9,490 cajetillas de 20 cigarros equivalentes a 189,800 cigarros. Los beneficios a mi salud y economía son incalculables, si hay un hábito que destruye es el fumar, pero esto es muy tangible, lo vemos y sabemos que nos daña. ¿Cuántos hábitos tenemos que son difíciles de identificar y que son igual o mayor de dañinos que fumar?, ¿cuántos de nuestros hábitos nos destruyen?.
Desde comer y beber en exceso hasta establecer relaciones negativas o enfocarse solamente en los aspectos pesimistas de la vida. Necesitas hacer tu ejercicio de introspección, identificarlos, estar convencido del daño que te hace y romper tu adicción o propensión a ese hábito, proponte hacerlo "solo por hoy", cuando te des cuenta habrás cumplido los 21 días necesarios y así, acumulando día con día habrás logrado mejorar en lo que te hayas propuesto.
Te dejo mi reflexión en una frase...
"Nadie se desembaraza de un hábito o de un vicio tirándolo de una vez por la ventana; hay que sacarlo por la escalera, peldaño a peldaño."
Mark Twain (1835-1910) Escritor y periodista estadounidense
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