CALAVERAS FAMILIARES
Implacable el
calendario
Nos recuerda
su llegada
Se Alborota el
vecindario
Con su silueta
delgada
Es la muerte muy
puntual,
Ya se siente
muy ufana
de dar el
golpe fatal
a todos los
Santillana
La colección
de despojos
Y meriendas
con hojaldra
Comenzó con Alejandra,
Una dama de bellos
ojos
Y con enormes
pestañas.
Con un tajo de
guadaña
te llevo con
impaciencia
A la muerte no
la engaña
tu carita de
inocencia.
Estaba Gerardo
abstraído
Entre cámaras
y lentes
Estaba tan
distraído
Que no le vio
ni los dientes
Lo sorprendió
la calaca
Y acabó su
biografía
A que méndiga
la flaca,
Dejo su
fotografía
Llego la
muerte maldita
Por el rumbo
de la CAPU
No se salvó
Carmelita
Ya no
actualizó su “feisbuc”
Solita en el
camposanto
oyó la última
campanada,
Pero no le
importa tanto
Mientras siga
conectada.
Continuó la
variedad
Y cuando
estaba más feliz,
Sin mucha
publicidad
Acabó con José
Luis.
Un intercambio
propuso
para salir de
su lista,
Y así a la
muerte la puso
de portada en
su revista.
Trabajando de
arquitecto
Carlos se
divertía
Demostraba su
intelecto
También cuando
escribía
La parca se le
presenta
Y le dice sin enfado:
Cuando
cumpliste sesenta
Fuiste muy
agasajado
Ese frío que
sentías
Era la muerte
chiquita,
Que se llevaba
a Matías
A la región
infinita
Para su última
petición
Se escuchaba
en sus gritos:
¡Yo conozco la
ubicación
De los mejores
antojitos!
Siguió
llenando La muerte
con huesos el
cementerio
No tuvieron
tanta suerte
Pues no la
tomaron en serio
Así se los fue
llevando
Uno a uno a
los hermanos
Sin saber cómo,
ni cuándo,
¡Si estaban
todos tan sanos!
Aquelarre de
catrinas
En la noche de
los muertos
Siguieron
primos y primas
Se quedaron
boquiabiertos
Si llevan el
apellido
Irán a las
tumbas frías
Es como
siempre ha sido
Con los tíos y
las tías
No los puedes
dejar a un lado
Mira que tiene
sentido
Pues cuñadas y
cuñados
Llevan parte
de apellido
Lo mismo pensó
la flaca
en su macabro
cortejo,
Fue certera la
calaca
Y empezó a
agarrar parejo
Si en algo tu
vida estimas
No te cruces
con la parca,
Arrasó con las
sobrinas
Quería imponer
nueva marca
Compartieron
sus destinos
Todos los
Santillana
Uno a uno, los
sobrinos
Tampoco vieron
mañana.
Jugando su
videojuego
Pues nada les
preocupaba,
De pronto les
vino el miedo
Cuando una
sombra pasaba
Ricky y
Fer quedaron quietos
Ya no hallaron
la salida
Se volvieron
esqueletos
y todavía
tenían vidas
De repente fue
alcanzada
Cuando más
lejos corría,
Por la parca motorizada,
¡Tan veloz que
se veía!
Ya no llego al
marathón
La muerte le
puso un alto.
A Mary le dio
un cerrón
La catrina del
asfalto,
Pero el plazo
perentorio
En el aire se
percibe
Sentado en su escritorio
Vino por quien
escribe
No le
alcanzaron las rimas
Para salvar el
pellejo
La calaca le
cayó encima
Y sólo estas
les dejo:
“El pez por su
boca muere”
Esa sentencia
me abruma,
Si el escritor
lo prefiere
Entonces, lo
hará por su pluma
Asi terminó la
suerte
De este
aprendiz de blogero
diciendo versos a la muerte,
y a su fiel sepulturero.
Ricardo
Santillana,
Noviembre 2013
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