viernes, 1 de noviembre de 2013

Calaveras Familiares...

CALAVERAS FAMILIARES

Implacable el calendario
Nos recuerda su llegada
Se Alborota el vecindario
Con su silueta delgada
Es la muerte muy puntual,
Ya se siente muy ufana
de dar el golpe fatal
a todos los Santillana

La colección de despojos
Y meriendas con hojaldra
Comenzó con Alejandra,
Una dama de bellos ojos
Y con enormes pestañas.
Con un tajo de guadaña
te llevo con impaciencia
A la muerte no la engaña
tu carita de inocencia.

Estaba Gerardo abstraído
Entre cámaras y lentes
Estaba tan distraído
Que no le vio ni los dientes
Lo sorprendió la calaca
Y acabó su biografía
A que méndiga la flaca,
Dejo su fotografía

Llego la muerte maldita
Por el rumbo de la CAPU
No se salvó Carmelita
Ya no actualizó su “feisbuc”
Solita en el camposanto
oyó la última campanada,
Pero no le importa tanto
Mientras siga conectada.

Continuó la variedad
Y cuando estaba más feliz,
Sin mucha publicidad
Acabó con José Luis.
Un intercambio propuso
para salir de su lista,
Y así a la muerte la puso
de portada en su revista.

Trabajando de arquitecto
Carlos se divertía
Demostraba su intelecto
También cuando escribía
La parca se le presenta
Y le dice sin enfado:
Cuando cumpliste sesenta
Fuiste muy agasajado

Ese frío que sentías
Era la muerte chiquita,
Que se llevaba a Matías
A la región infinita
Para su última petición
Se escuchaba en sus gritos:
¡Yo conozco la ubicación
De los mejores antojitos!

Siguió llenando La muerte
con huesos el cementerio
No tuvieron tanta suerte
Pues no la tomaron en serio
Así se los fue llevando
Uno a uno a los hermanos
Sin saber cómo, ni cuándo,
¡Si estaban todos tan sanos!

Aquelarre de catrinas
En la noche de los muertos
Siguieron primos y primas
Se quedaron boquiabiertos
Si llevan el apellido
Irán a las tumbas frías
Es como siempre ha sido
Con los tíos y las tías

No los puedes dejar a un lado
Mira que tiene sentido
Pues cuñadas y cuñados
Llevan parte de apellido
Lo mismo pensó la flaca
en su macabro cortejo,
Fue certera la calaca
Y empezó a agarrar parejo

Si en algo tu vida estimas
No te cruces con la parca,
Arrasó con las sobrinas
Quería imponer nueva marca
Compartieron sus destinos
Todos los Santillana
Uno a uno, los sobrinos
Tampoco vieron mañana.

Jugando su videojuego
Pues nada les preocupaba,
De pronto les vino el miedo
Cuando una sombra pasaba
Ricky y Fer  quedaron quietos
Ya no hallaron la salida
Se volvieron esqueletos
y todavía tenían vidas

De repente fue alcanzada
Cuando más lejos corría,
Por la  parca motorizada,
¡Tan veloz que se veía!
Ya no llego al marathón
La muerte le puso un alto.
A Mary le dio un cerrón
La catrina del asfalto,

Pero el plazo perentorio
En el aire se percibe
Sentado en su escritorio
Vino por quien escribe
No le alcanzaron las rimas
Para salvar el pellejo
La calaca le cayó encima
Y sólo estas les dejo:

“El pez por su boca muere”
Esa sentencia me abruma,
Si el escritor lo prefiere
Entonces, lo hará por su pluma
Asi terminó la suerte
De este aprendiz de blogero
diciendo versos a la muerte,
y a su fiel sepulturero.


Ricardo Santillana,
Noviembre 2013

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