¿Cómo honras los acuerdos que haces?, ¿cumples tus promesas?, ¿le das valor a tu palabra?. En todo momento de nuestras vidas estamos negociando algo y como resultado tenemos acuerdos, muchos de los cuales son avalados por la palabra, sin embargo no todos cumplen con la palabra empeñada.
En mi opinión, el valor de la palabra se ha venido deteriorando con el paso de los años, por ejemplo, en el siglo pasado muchos acuerdos de negocios eran cerrados con apretones de manos, en las escuelas se enseñaba el civismo, lo importante de ser honorable y la importancia de cumplir con responsabilidad.
Esto está muy relacionado con los valores que tomamos como propios y en los que nos movemos y nos relacionamos, la honestidad y la integridad son dos muy importantes, generalmente una persona íntegra será cuidadosa de cumplir con sus acuerdos o promesas.
Pero ¿qué es ser íntegro? recurramos al diccionario:
íntegro, gra.
Una persona recta, intachable es una persona comprometida con sus valores, es una persona que no permite ni tolera la mentira y la deshonestidad, ese comportamiento se convierte en modelo a seguir por las personas con que se relacionan y esa influencia positiva se va convirtiendo en liderazgo.
Lamentablemente, en nuestro querido México está muy arraigada la corrupción, vemos ejemplos de personas que consiguen ventajas por su posición, por sus relaciones en el gobierno, por el pago de "mordidas", los funcionarios públicos y los gobernantes están más preocupados por seguir en sus puestos y obtener beneficios personales que por cumlir con la encomienda de los votantes.
Esta cultura está permeada y arraigada en la sociedad y vemos la corrupción en todos los niveles desde el agente de tránsito que perdona una multa, el responsable de cuidar una fila de espera que permite que otros se cuelen, la reventa en los estadios, agilizar un trámite, todas las actividades en las cuales la gente ve la manera de obtener un beneficio a cambio de un soborno.
Las personas íntegras no permiten que se sigan reproduciendo esas prácticas a pesar de estar en desventaja, se tiene que llegar a un momento en que la cantidad de personas íntegras sea mayor al de las corruptas para dar un giro radical y un cambio cultural. Puedes comenzar contigo, refuerza tus valores y condúcete de manera íntegra, comienza cumpliendo tu palabra en todos los aspectos.
Les dejo la frase para la reflexión...
"Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir."
Francisco de Quevedo (1580-1645) Escritor español.
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