No podemos negar la tremenda influencia que la relación materna tiene en el desarrollo del ser humano, ese vínculo que se tiene, primero físico a través de la placenta y después espiritual a través del amor convertido en una placenta emocional que trasciende espacio y tiempo, incluso más allá de la dimensión que llamamos vida terrenal.
Si hay una relación positiva indispensable para un individuo es la relación con su madre, ayer nos quedamos en el momento mágico de tener a tu hijo en brazos e identificar en él los rasgos de la persona amada, el fin del embarazo es el comienzo de un aprendizaje continuo de ser madre e hijo, comienza una etapa llena de estímulos, el instinto, ésa reminiscencia de nuestro cerebro primitivo hace que lloremos cuando tenemos hambre y de manera natural al buscar el pecho de mamá, instintivamente succionar para obtener el alimento que la saciará.
El amamantar al hijo, además de proveerle de las defensas necesarias para resistir de mejor manera los embates de las enfermedades, nutre de los requerimientos indispensables para el desarrollo de los órganos, especialmente del cerebro, pero lo más importante es que los sonidos que el bebé escucho durante los nueve meses del embarazo, sobre todo el latido del corazón de mamá tranquiliza y estabiliza a ese pequeño ser humano y lo prepara para tolerar de mejor manera el estrés. Las mamás que alimentan con biberón por necesidad o por decisión, deben procurar alimentar al bebé en brazos para mantener este vínculo.
Las horas de sueño pueden someter a las madres a un estrés extra que puede ser asimilado por el bebé, es recomendable que mamá tome el ritmo de alimentación y paulatinamente lo vaya organizando para que el bebé tome periodos más largos de sueño, dormir cuando el bebé duerme, es lo mejor dará a ambos la tranquilidad necesaria para disfrutarse, comenzará ese cúmulo de sensaciones positivas.
Las madres que tienen la fortuna de disfrutar a sus hijos y no tienen que dejarlo en una guardería por razones de trabajo, son doblemente privilegiadas, pueden pasar una gran cantidad de tiempo con su hijo, lo importante es aprovecharlo con estímulos positivos, hablándole, cantándole, leyéndole, mostrando imágenes y colores, el aprendizaje del niño, tanto en cantidad como en velocidad, es directamente proporcional al tiempo que la mamá le dedica, no todos pueden hacerlo, pero si pueden háganlo, eso comienza a marcar diferencia en el desarrollo de los individuos.
Un bebé que es atendido, estimulado positivamente, es un bebé que aprenderá rápidamente a gatear y en ese proceso también aprenderá rápido a caminar y hablar, las madres son quienes llevan a cabo esta tarea, claro que todos participan, es más deben participar, papá y los hermanos ayudan a que el bebé reciba esos estímulos que los hagan desarrollarse, pero el 80% por lo menos es asumido por las madres.
En esta etapa también comienza un dilema para las madres que puede establecer diferencia en el desarrollo de los individuos: qué tanto debe proteger al bebé, escudado en el amor se puede caer fácilmente en sobre-protegerlos y el individuo va creciendo lleno de temores y siendo sumamente dependiente, o por el contrario, no lo protegemos y los dejamos en permanente riesgo de lesiones expuesto a los peligros, ¿cómo encontrar el justo medio?, nadie nace sabiendo ser madre, es un juego que se aprende jugando, lo único con lo que se cuenta es con lo observado, siempre debemos confiar en nuestro juicio.
Esta etapa es muy bella, solamente hay una persona en el mundo para el bebé y ésa es mamá, la relación se mantiene muy estrecha, pero ya vamos viendo como se perfila la personalidad, vamos viendo como cambia su fisonomía, comienza a balbucear, después a hablar, escucha, repite, platica, juega, aprende, y cada día que pasa lo queremos más y más. Este paraíso cambia cuando va el primer día de escuela, pero eso lo hablaremos mañana.
Como siempre les dejo la frase para la reflexión...
"Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza en los hombres."
Rabindranath Tagore (1861-1941) Filósofo y escritor indio.
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