Como parte de las relaciones positivas están aquellas que, sin ser propiamente amistades, son las personas con las que convivimos, interactuamos y mantenemos una relación ya sea profesional, de intereses comunes o de vecindad.
En esta lista podemos incluir a compañeros de trabajo, clientes o proveedores, vecinos, compañeros de grupos religiosos, clubes deportivos, compañeros de la escuela, presentes y pasados, que sin tener una relación cercana o de amistad, son lo que llamamos red de contactos, personas que comparten cosas en común y que en algún momento son de ayuda o utilidad, tanto ellos para nosotros y viceversa.
La manera en que la relación se hace positiva depende en un buen grado de la manera en que nosotros damos en primera instancia, como no existe un lazo amistoso, si no hay un interés, la relación no se dará, me explico, si yo no tengo comunicación con mi vecino para establecer límites y respeto de nuestros derechos mutuos, seguramente no habrá una relación positiva, el interés común son ésos límites y derechos.
Otro ejemplo puede ser el pago de las cuotas del club, todos pagan una cantidad para tener un beneficio común de mantenimiento a las instalaciones, si alguien no paga, seguramente será motivo de conflicto entre los miembros que si lo hacen, si todos pagan, las relaciones de todos los miembros fluirá positivamente, sin que ésto implique necesariamente que sean amigos.
El trabajo es un buen ejemplo de esta red y mientras más grande es la empresa, mayor sentido tiene mantener una sólida red de contactos. Las empresas grandes con corporativos complejos, requiere que tengas comunicación con muchas áreas, la manera en que lo haces, especialmente si es positiva, puede ser la diferencia entre que se autorice tu proyecto o no, afectando de manera importante tus resultados. Cuando tu red en el trabajo funciona, simplifica trámites y agiliza recursos. Facilita el proceso.
Todas las personas que trabajan en una empresa pasan un tercio de su vida en ella, y es la mitad del tiempo que estamos despiertos, convivimos por lo menos 8 horas diarias con nuestros compañeros, aunque no necesariamente nos hace amigos, es probable que haya simpatía por alguien, pero seguramente habrá antipatías también, habrá algunos casos en que no se percibe niguna emoción especial y se comparte solamente el interés común del trabajo.
En todos estos casos, el mantener una relación positiva depende completamente de mí como individuo, la manera como logro comunicarme, como pido y doy, mi disponibilidad para cumplir los compromisos verbales o escritos, el tono y volumen de mi voz, las palabras que uso, mi lenguaje no verbal, todas las maneras en que normalmente me comunico orientadas de una manera positiva, harán una relación positiva.
Las relaciones son como los espejos, sólo reflejan la luz de quien se ve en ellos, la próxima vez que tengas un conflicto con alguien de tu red de contactos, revisa primero qué es lo que estás comunicando, cuando asegures que tu mensaje es claro y llega a quienes tiene que llegar, el conflicto se minimizará.
Es importante tener una buena red de contactos, alimentarla de vez en vez manteniendo interés en la relación, una llamada para saludar, una visita eventual, preocuparte por ellos y hacérselo saber. No sabemos cuando podemos necesitar un favor, así que cuando alguien te pida algo, si está en tus manos, ayuda, es probable que no pase mucho tiempo en que necesites que alguien corresponda.
Como siempre les dejo la frase para la reflexión...
"Yo necesito compañeros, pero compañeros vivos; no muertos y cadáveres que tenga que llevar a cuestas por donde vaya."
Friedrich Nietzsche (1844-1900) Filosofo alemán.
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