martes, 22 de abril de 2014

Relaciones positivas: Tu núcleo familiar II

Ayer les comentaba sobre el núcleo familiar y establecía dos dimensiones, la primera siendo soltero establecida con tus padres y hermanos, la segunda en la relación de pareja y en la formación de tu propia familia con tus hijos, ya comentamos sobre ésta última así que hoy comentaremos sobre la relación con padres y hermanos.

Dicen que la diferencia entre los amigos y los hermanos es que a los primeros los escogemos, nuestros hermanos nos tocan, al momento de establecer las relaciones con los hermanos influyen muchas variables, por ejemplo el número de hermanos, no es igual una familia numerosa a ser hijo único, influye el lugar que ocupas en el orden, si eres el mayor, el menor o el de enmedio, influye el sexo del hijo y los hermanos, si eres el único hombre entre hermanas mujeres o si eres la única mujer entre hermanos varones, si todos son del mismo sexo, influyen las edades, la separación entre las edades de los hermanos,  la combinación de las variables.

Todo lo anterior tiene un efecto en la manera en como se establecen las relaciones y si son positivas o negativas, los padres son otra variable influyente ya que, aunque no lo queramos aceptar, mientras más numerosas son las familias es mayor la tendencia de los padres a establecer diferencias en el trato por favoritismo, sea consciente o inconsciente, de tal manera que la reacción de un hijo con respecto a su hermano o hermanos está vinculada a la manera en que son tratados por los padres. En las familias de pocos hijos es difícil que la diferencia sea tan evidente a menos que exista una marcada preferencia de alguno de los padres por los hijos de su mismo sexo, como por ejemplo los padres con los hijos y las madres con las hijas.

Establecer relaciones positivas con los hermanos es por mucho una responsabilidad de los padres, la manera en que educan a los hijos es, por lo general, una réplica de cómo fueron educados, si vivieron en ambientes rígidos, seguramente mantendrán la misma rigidez para sus hijos porque así es como lo han aprendido y creen que funciona, lo mismo si es al contrario o la combinación de ambos estilos por cada padre y quien predomina en la familia.

Cuando hablabamos de la asertividad decíamos que padres acertivos crían hijos asertivos, los padres deben enseñar a los hijos a convivir, a compartir, a tolerar, a respetar y la mejor manera es el ejemplo. Los padres deben buscar la manera que los hermanos se comuniquen, se apoyen, se quieran. Uno de los errores comunes es ponerlos a competir, la competencia genera sentimientos ambivalentes y pueden ser más negativos que positivos si son acompañados de comparaciones o de juicios de valor. 

Hay padres que son egoístas y convierten a sus hijos en egoístas, ya de manera inconsciente el hijo mayor tiene cierto de riesgo debido al tiempo en que fue hijo único y que ve invadido su espacio, la atención de mamá, los cuidados diferentes del bebé, si sumado a esto los padres premian conductas egoístas, a medida que llegan los hermanos cada uno verá por su propio interés y no existirá ese interés fraterno.

Las relaciones positivas son producto de las emociones positivas, padres y hermanos debemos fomentar el amor, la amistad, la solidaridad, el respeto, las emociones se refuerzan con los gestos, así que la mejor forma de hacerlo es abrazar, besar y demostrar el cariño a tus padres y hermanos. Una forma de valorar a tu hermano, es preguntarle a quien fué hijo único qué añora, probablemente te dirá que nunca sabrá cómo se siente tener un hermano.

La relación con los padres y hermanos cambia cuando se convierten en tu núcleo familiar pero secundario, mañana conversaremos al respecto, mientras tanto les dejo la frase para la reflexión...

"Una casa será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente, hermano complaciente."
Confucio (551 AC-478 AC) Filósofo chino.
 
 

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