Ayer comenzó el horario de verano, así que tuvimos que adelantar una hora nuestros relojes. ¿cómo nos afecta eso?.
Normalmente, durante el verano los días tienden a hacerse más largos y las noches más cortas, el horario de verano es una manera de aprovechar la luz solar y generar un ahorro en la producción de energía eléctrica, si bien se comentó este beneficio en la implementación en México, la mayoría de los hogares no percibe el beneficio, ni se ha hecho más barata la energía, ni ha disminuido el importe que pagamos cada bimestre.
La realidad es que si hay un ahorro, pero es a nivel país, el gobierno es el principal beneficiado, para los humildes mortales sólo nos representa una molestia durante la primera semana en que nos vamos acostumbrando al nuevo horario.
La medición del tiempo y su división en horas minutos y segundos tiene una larga historia que no voy a narrar en este blog, el tiempo también tiene una visión particular de acuerdo a la teoría de la relatividad de Einstein, tampoco voy a explicarla, lo que quiero destacar es el efecto de nuestros hábitos y cómo están relacionados con los horarios. ¿Cómo le explico a mi estómago que son las 7 de la mañana y no las 6 para tomar el desayuno o a mi cerebro que ya son las 12 de la noche y no las 11 y que es hora de dormir.?
El problema del horario de verano es el efecto que produce en nuestros hábitos y cómo deben modificarse por una hora que adelantamos o atrasamos el reloj. Recuerdo a un trabajador del rancho de mi suegra, su reloj era el sol, por su posición sabía que hora era y a que hora regresaba del campo para comer, cuando había cambio de horario, el no modificaba sus hábitos en absoluto, se seguía levantando al amanecer, acostándose al anochecer y comiendo al mediodía.
Nuestro cuerpo está habituado a esos horarios, hay una relación de los periodos de luz y oscuridad, su relación con el sueño y la vigilia, incluso afecta el metabolismo y el desempeño de algunos órganos, a esto se le llaman "ritmos circadianos", el trastorno que produce el cambio de una hora es asimilado relativamente rápido, probablemente de 48 a 72 horas para adaptarse, es decir en 3 días como máximo estaremos habituados al cambio de horario.
Esto nos pasa también a quienes tenemos que viajar fuera del uso horario habitual, por ejemplo a Tijuana que tiene dos horas de variación con respecto al horario del centro, un viaje de unos días generan un doble trastorno porque cuando ya te habituaste a las 2 horas de diferencia, regresas al horario habitual y reinicias el proceso para adaptarte nuevamente.
Para los viajeros entre continentes, el ritmo circadiano se ve afectado en 12 horas o más, es el famoso jet lag, debes estar despierto cuando habitualmente es tu hora de dormir y viceversa. La afectación del trastorno del sueño puede ser tan grande que cause una desorientación, lentitud en los procesos mentales y en las destrezas manuales, las personas que cambian de turno en la manufactura sufren este tipo de desajustes, las áreas de recursos humanos deben estar atentos para ayudarles en el proceso de adaptación de sus ritmos circadianos.
Para facilitarles el proceso aunque sea un poco, sólo recuerden que esa hora que les robaron ayer, la recuperarán el último domingo de octubre, mientras tanto les dejo la frase para la reflexión...
Nada hay más fuerte que el hábito.
Ovidio (43 AC-17) Poeta latino
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