A veces me sorprendo la facilidad con que me salen las palabras, frente a la computadora con el lienzo en blanco comienzo a escribir y fluyen las palabras para expresar lo que quiero decir, probablemente no tengo la elocuencia que quisiera y es cierto que a veces me gusta más un escrito que otro, pero la realidad es que me gusta escribir y disculpen la falta de modestia pero también me gusta leer después lo que escribo.
El proceso que sigo al escribir ya lo he comentado, los temas salen al día y es como conversar, la magia que se da al escribir es similar al del pintor que va trazando una figura, la llena de color, los combina, imprime fuerza o matiz a los trazos y crea una obra de arte, o bien es como la piedra que transforma el escultor a cada golpe del martillo, despues lo pule, quita las asperezas, resalta los relieves hasta alcanzar la forma deseada.
Hay muchos escritores a quienes admiro he nombrado a varios, por ejemplo me gustaría tener la habilidad descriptiva de García Marquez, la manera en que describe los lugares, las personas, las emociones, es una tempestad de adjetivos bien empleados, los personajes, la historia, el desenlace, la imaginación se desborda y los los lectores nos la apropiamos.
Me gusta leer a Catón, leer su columna todos los días es parte de mi rutina, la manera en que cuenta sus cuentos, chistes enriquecidos por ingeniosos nombres que aluden las características de los personajes, elegantemente vestidos con un léxico extraído del diccionario, con inusuales sinónimos y también apuntalados con comentarios inteligentes.
Otro de mis autores favoritos es Arthur Conan Doyle, las obras del famoso detective Sherlock Holmes, narradas por su amigo y compañero de habitación el Doctor Watson, es un escritor de una narrativa fácil, con un proceso descriptivo apoyado en aspectos científicos de la investigación y el arte de la deducción, excelentes relatos con desenlaces inesperados y que disfrutas leer una y otra vez.
Las palabras se convierten en el vehículo para expresar sentimientos, emociones, sensaciones, para compartir, para aprender, para establecer un vínculo con quien te lee, para ser parte de la persona que tiene la opción de apropiarse de tus palabras tal y como lo haces con lo que lees.
El ejercicio de escribir diariamente es una forma de preparación, es como el entrenamiento requerido para estar en nivel de competencia, quiero llegar a tener un poco del talento de mis escritores favoritos, quiero ver algún día un libro escrito por mí, iba a decir un libro mío, pero todos los libros que tengo en librero son míos porque yo los compré, pero ver un libro escrito por mí en las librerías, estoy empezando, lo importante es perseverar. Siempre agradceré los comentarios de mis fieles lectores, pocos pero sinceros.
Les dejo la frase para la reflexión...
"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo."
Oscar Wilde (1854-1900) Dramaturgo y novelista irlandés.
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