miércoles, 19 de marzo de 2014

2a competencia para el liderazgo: Toma de decisiones

La segunda competencia de la lista para fortalecer el liderazgo es la toma de decisiones, en cada momento estamos decidiendo, siempre estamos eligiendo opciones, desde que amanece decidimos si levantarnos o quedarnos acostados 5 minutos más, decidimos que ropa ponernos, que desayunar y el camino que tomaremos al trabajo para eludir el tránsito de hora pico.

Cuando tomamos decisiones, implica desechar las opciones no tomadas, debemos desarrollar las habilidades para evaluar las opciones lo más rápidamente posible y con la menor información, asumir el menor costo de oportunidad y acercarnos a la decisión correcta.

Es una realidad que los líderes de las organizaciones, sea esta una empresa o la familia, deben tomar decisiones a cada momento, por tal motivo la preparación constante, el tener nuevos conocimientos, ampliar nuestro bagaje cultural, tener sistemas eficientes de información, habilidad de procesar los datos, capacidad de análisis y síntesis nos dará más certeza en las opciones elegidas.

Otro factor importante que le agrega valor a las decisiones tomadas es la oportunidad, pongamos como ejemplo a un bateador de béisbol, si decide hacer un swing demasiado rápido, seguramente fallará al impactar la bola y tendrá un strike, de igual manera, si tarda en decidirse, seguramente se quedará con el bate al hombro y no hará swing, también tendrá un strike, el bateador debe dar el tiempo preciso, producto de la perfecta coordinación de su vista, sus reflejos y su mente, para conectar la bola y pegar un hit, tiempo y espacio justo, así son las decisiones, si las tomamos antes o después no serán eficientes, tiene que ser en el momento preciso del mayor impacto positivo.

¿Cómo logramos esa coordinación?, igual que lo hace el bateador, practicando todos los días, limpiando el bate, haciendo swing a algunas bolas malas, aprendiendo el proceso, calculando el impacto. El timing de quién decide va a estar influenciado por el carácter, una persona impulsiva probablemente decida demasiado pronto, mientras que una persona pasiva retarde sus decisiones o no las tome nunca. 

El miedo a decidir es un factor paralizante, hay demasiada atención al resultado de la decisión, para vencer ese miedo es importante calcular el peor escenario y tener un par de alternativas para asimilar ese resultado con la menor pérdida, cuando te mueves un par de jugadas adelante, te permite tomar las decisiones con mayor tranquilidad. Probablemente te equivoques, lo mejor que puedes hacer es calcular tus riesgos, solamente no se equivoca quien no decide.

Los factores que te ayudan a decidir son impacto y probabilidad, si al momento en que tienes que tomar la decisión, evalúas que la probabilidad de que ocurra un evento es cercana a CERO, no importa el impacto que esta pueda tener, su costo será CERO porque es poco probable que ocurra. Así que siempre incluye estos factores en tus análisis.

Finalmente, un último factor es escuchar, escucha a los expertos, escucha tus voces interiores, tu intuición, pero principalmente escucha las opiniones de quienes confías, el que seas el líder no hace que necesariamente debas conocer todos los datos y todos los hechos, así que rodéate de gente inteligente que te ayude en los momentos de decisión.

Te dejo la frase para la reflexión...
"El hombre que pretende verlo todo con claridad antes de decidir nunca decide."
Henry F. Amiel (1821-1881) Escritor suizo.

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