Llegó a mis manos la imagen que ilustra la publicación del día de hoy, una serie de acciones que seguramente harían una diferencia y cambiarían el país, me quedé pensando en ella y me dio la pauta para nuestra reflexión.
Hace algunos meses leí un artículo necesario para un trabajo académico que se llama "How to change a culture" de Jhon Sook, el artículo describe la historia de NUMMI una unión entre los competidores TOYOTA y GM para producir y describe cómo hubo un notable cambio en la cultura americana GM, de acuerdo a los estándares de producción japoneses, Toyota. A grandes rasgos, el concepto de este artículo que quiero destacar es que, en la forma de pensar occidental predomina la opinión de que hay que cambiar la cultura de la organización, sea un páis, empresa, o familia, para cambiar los valores y actitudes y con eso finalmente cambiar lo que la gente hace.
En la forma de pensar japonesa es a la inversa, primero cambiar lo que el individuo hace, cambiando lo que la gente hace es como cambian los valores y actitudes y es hasta que se logra ese cambio que cambia la cultura, el punto de partida es el individuo, los programas de mejora contínua son conceptos usados en la manufactura japonesa, por lo tanto, desde el punto de vista oriental, los procesos de mejora comienzan con los individuos, en pocas palabras, un cambio cultural comienza contigo.
La lista de actividades de la imagen es una pequeña muestra de lo mucho que podemos hacer para cambiar al país, lo que hacemos y hacemos otra vez es lo que somos, si formamos hábitos positivos, es decir repetimos y repetimos conductas positivas, se convertirá en un hábito que crea valor, es decir que pasa de un estado inferior a un estado superior, pasa de un estado actual a un estado futuro deseado y de mejor calidad.
Pónganlo en el ámbito que quieran, País, Empresa, escuela, colonia o familia, el reto es cambiar lo que hacemos, pasar de la teoría, de las recomendaciones a la práctica, cerrar la brecha entre lo que sabemos y lo que hacemos, lo que decimos y hacemos, pasar a la acción.
Pongamos alguna de las acciones de la lista: "aprender a votar y votar", ¿quién analiza realmente las propuestas de los candidatos?, ¿quién tiene el nombre de su diputado y senador y le exige cuentas?, ¿quién lee los estatutos del partido por el que vota?. Tal vez es una de las tareas que requieren mayor esfuerzo para cambiar, pongamos otro ejemplo más sencillo: "leer más", éste no parece tan dificil, entonces lee.
Los anagramas permiten facilitar el aprendizaje en ejercicios mnemotécnicos, para facilitar la memoria, por ejemplo hemos hablado de PERMA, que son los conceptos de la escuela de la felicidad, cada inicial es un concepto. Hay un anagrama para calificar los objetivos que se fijan para lograr una meta o un proceso de cambio, es SMART, en inglés es como decir listo, pero significa: Specific, Measurable, Attainable, Realistic o Relevant y Timely, por lo que los objetivos que te fijen deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes o realistas y con un límite de tiempo.
Pongamos la acción "leer más", un ejemplo de objetivo SMART puede ser "Leer dos libros al mes".
ESpecífico: Leer dos libros
Medible: Cuentas los libros o los títulos leídos
Alcanzable: Los libros tienen de 12 a 15 capítulos, si se lee uno diario se puede lograr.
Realista: Es posible hacerlo o Relevante: Libros de autores reconocidos o de un tema a aprender.
En límite de Tiempo: Un mes.
¿Crees que con esta recomendación puedes cerrar la brecha entre plan y acción, decir y hacer?, pues manos a la obra. Te dejo la frase para la reflexión...
"El hombre se dedica a desear en voz alta aquello que jamás se esfuerza en alcanzar."
Noel Clarasó (1905-1985) Escritor español.
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