lunes, 11 de agosto de 2014

Crianza e Independencia

Este fin de semana estaba viendo un documental sobre Brasil y su selva amazónica, en él se daba seguimiento a las crías de tres especies de esa región, desde su nacimiento hasta que alcanza el desarrollo que favorece su independencia, un mono capuchino, una nutria y un coatí, especie de zarigüeya, en todos los casos sus padres los prepararon para su supervivencia. Casualmente coincidió con la próxima partida de mi hijo menor a estudiar un año lejos de la familia, el próximo martes.

En los tres casos la naturaleza, sabiamente, establececió los tiempos de reproducción, gestación y nacimiento para que coincidiera con la época más propicia antes de que iniciaran las torrenciales lluvias que provoca el monzón en esa parte del continente americano, las crías, dependientes de sus padres, comenzaron a explorar el territorio donde se alimentarán y desarrollarán todo el año.

Durante esa etapa, fueron cuidados de los depredadores naturales, fueron enseñados a buscar y localizar su alimento, fueron enseñados a valerse por sí mismos y protegidos, pero también al final fueron dejados solos por sus padres.

No puedo evitar esa doble sensación, por un lado la tristeza de la despedida y la ausencia, por el otro la certeza de que esta experiencia será de gran utilidad para su maduración como persona, enfrentar por sí mismo los problemas de un cambio cultural y de un lugar nuevo, con nuevas formas de pensar y actuar.

A los seres humanos nos cuesta más trabajo hacer independientes a nuestros hijos, ya en otras ocasiones he visto documentales en donde es más radical la actuación de los padres en algunas especies como es el caso de los osos y los leones en donde las crías son "literalmente" abandonadas para que se conviertan en adultos capaces de sobrevivir, es cierto que la mortandad es alta, pero también es una manera como la naturaleza regula la población. En la selección natural, los humanos tendemos a sobreproteger a quienes creemos más débiles, si creemos que nuestros hijos no son capaces y los tratamos como si no lo fueran, seguramente no lo serán.

A veces creemos que no podrán salir adelante sin nosotros, nos sentimos obligados a darles las facilidades que no tuvimos, buscamos allanarles los caminos y que no padezcan ningún tipo de dificultad o frustración y eso puede convertirse en un gran error, es importante que consigan lo que desean con sus méritos y a través de sus esfuerzos y si no pueden tener todo, que asimilen las lecciones que una frustración otorga.

Seguramente mañana no será uno de mis días favoritos, sin embargo a partir de mañana estará presente día a día la expectativa de recibir su llamada, saber de él y ver como va madurando con cada día lejos de nosotros. Ya lo críamos, ya lo enseñamos a sobrevivir, lo protegimos de los depredadores y es el momento que comience a desarrollar su independencia.

Espero que Dios le de la sabiduría y tranquilidad para tomar decisiones acertadas, lo extrañaré una barbaridad, pero estoy seguro que es por su bien.

Les dejo la frase para la reflexión...
 
"Vuestros hijos no son vuestros hijos: son los hijos y las hijas de las ansias de vida que siente la misma vida."
Khalil Gibran (1883-1931) Ensayista, novelista y poeta libanés.




 

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