Ayer pusimos énfasis en la confianza en una relación de una pareja debido al caso del periodista, pero comentaba que cualquier relación humana debe estar basada en la confianza, la fragilidad es una característica de la confianza independientemente el tipo de relación, claro que una relación humana superficial es mucho más frágil que una relación profunda y que tiene muchos años de duración, el tiempo agrega fortaleza.
Pero no solo el tiempo, también las acciones mutuas van agregando valor a la relación y solidificando el vínculo que la confianza forma, pongamos como ejemplo la amistad, desde que nace hay cosas en común, empatías y simpatías, se comparte tiempo, afinidades y gustos, las muestras de afecto que crearán confianza se enriquecen cuando las expectativas son mutuamente cumplidas, la conducta que espero de un amigo es satisfecha ampliamente.
Con los amigos verdaderos, sabes que puedes contar con ellos, confías en su ayuda, en su opinión, en sus consejos por que sabes que desean tu bien, correspondes de la misma manera, eso es confianza. Sin embargo, el reto, al igual que con la pareja, es no defraudarse mutuamente.
En el trabajo, la confianza implica dos aspectos importantes uno, la realización del trabajo con calidad, en el tiempo pactado y en forma requerida; el otro, es la honestidad.
Un jefe que tuve hace muchos años me dijo una frase que aplico permanentemente en el trabajo: "perro huevero, aunque le quemes el hocico", generalmente la aplica para un colaborador que ha incurrido en una falta de probidad, lo más probable es que lo vuelva a hacer. Es importante cortar inmediatamente la relación con colaboradores que han cometido ilícitos que dañan el patrimonio y la reputación de la empresa. Hagan la analogía con el personal de servicio en la casa, ¿conservarían a una persona que les ha robado o traicionado su confianza?.
En una empresa dedicada a la seguridad como las que he trabajado los últimos 20 años, la honradez a toda prueba es una de las principales características requeridas a los aspirantes, de hecho son sometidos a pruebas de confianza muy rigurosas para ser aceptados, como el polígrafo o mejor conocido como "detector de mentiras". Este aparato registra los cambios emocionales de acuerdo a ciertos patrones que le indican al experto poligrafista, si una persona está mintiendo.
La otra vertiente de la confianza laboral tiene una estrecha relación con el arte de delegar, es decir de asignar tareas a los colaboradores para su realización, para delegar tienes que confiar, confías en las habilidades y capacidades del colaborador para que pueda realizar la tarea, confías en que tiene los recursos y la motivación para conseguir el resultado o bien lo conseguirá por los medios lícitos posibles, además tiene el nivel de energía adecuado para llevar las tareas a cabo.
La decepción puede presentarse cuando se tienen demasiadas expectativas en una persona, se sobrepasó su capacidad, nuevamente, la fragilidad de la confianza, es muy sencillo perder la confianza en un colaborador que no cumplió con sus tareas, pero, reflexionemos un poco en quién es el responsable, el colaborador que lo aceptó o el jefe que delegó.
Hay un concepto que se llama el "principio de Peters", que dice que "todos somos competentes hasta que llegamos a nuestro nivel de incompetencia", uno de los errores comunes es delegar actividades que sobrepasan la capacidad de los responsables de realizarla.
Al igual que en una relación de pareja, la confianza se construye día a día a través de las acciones, pero también es tan frágil que una sola acción puede derribar el castillo de naipes sobre la que descansa.
Por hoy, aquí está la frase...
"La primera ley de la amistad es pedir a los amigos cosas honradas; y sólo cosas honradas hacer por ellos."
Cicerón (106 AC-43 AC) Escritor, orador y político romano.
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