Me quede pensando en una frase atribuida a Henry Ford, el pionero fabricante de autos que invento la línea de producción: "calidad significa hacer las cosas bien, incluso cuando nadie te está mirando", me gustaría aplicar esta definición a la calidad moral.
Comunmente se dice que una persona tiene calidad moral, porque su comportamiento es intachable, es un ejemplo a seguir, parafraseando a Ford, calidad moral es hacer las cosas correctas, incluso sin que nadie te vea.
Me parece que ya he puesto este ejemplo, pero es muy contundente, una persona que tira basura en la calle, no respeta las leyes de tránsito ni los límites de velocidad en México, se transforma en un ciudadano ejemplar en cuanto cruza a los Estados Unidos, el cambio en el comportamiento es por el temor a las consecuencias que hay cruzando al vecino país a diferencia de la impunidad y corrupción que padecemos de este lado, entonces si actúan diferente, no tienen calidad moral.
En el pasaje bíblico donde un grupo de personas pretende cumplir con la ley de Moisés de lapidar hasta la muerte a una mujer que fuera sorprendida en adulterio y preguntan a Jesús si deben cumplir la ley, les responde sabiamente diciendo: "quien esté libre de pecado que arroje la primera piedra", el pasaje dice que se fueron retirando uno a uno, comenzando por los más viejos. No tenían la calidad moral para juzgar a la mujer.
A veces, nosotros mismos nos erigimos jueces y pretendemos juzgar a los demás y queremos hacerlo con una severidad ejemplar, pero, probablemente, tampoco tenemos calidad moral. Puede sonar duro, pero la realidad es que no podemos ni debemos emitir juicios de valor con respecto a personas o eventos en los que se relacionan, no conocemos los detalles, las circunstancias ni las motivaciones.
Puedes tener un conjunto de valores personales, pueden estar muy arraigados en tu conducta, pero si nadie te ve ¿cómo actúas?, ¿eres congruente?, probablemente sí, la respuesta no es para mí, es una respuesta que sólo tú escucharás, finalmente no te estoy viendo.
Tampoco es la intención del blog emitir un juicio de valor, la intención es motivar a la reflexión, hay veces que nuestros hábitos marcan nuestra conducta de una manera inconsciente, hacemos las cosas sin darnos cuenta, es como la persona que va caminando por la calle masticando chicle y de repente se aburre y lo escupe, es posible que ni siquiera lo haya pensado, detenernos a observar nuestro propio comportamiento nos hace tomar consciencia y ése es el primer paso para el cambio, es lo que pretende el blog.
Los seres humanos somos muy complejos, somos individuos con diversas características que influyen en como nos comportamos, además acumulamos aprendizajes por imitación a los integrantes de los grupos sociales a los que pertenecemos y con los cuales nos relacionamos, somos un coctél de múltiples combinaciones, pero debemos tener la capacidad de adaptarnos al entorno, cumplir y respetar los códigos de conducta de lo que se considera moralmente aceptado, aunque nadie me esté mirando.
El juez más implacable y el único que puede juzgarme, soy yo mismo.
Les dejo una frase para la reflexión...
"La conciencia es, a la vez, testigo, fiscal y juez."
Refrán
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