El inicio de la sentencia que da título a esta publicación termina diciendo "...y no ver la viga en el propio", es usada para describir lo que comunmente sucede, somos más estrictos juzgando a los demás que a nosotros mismos, vemos claramente los errores de quienes nos rodean, tenemos muy claro qué es lo que tienen que hacer y no perdemos oportunidad en decírselo, además somos excelentes capataces y observadores del estricto cumplimiento, pero no toleramos que lo hagan con nosotros.
En estos días que el tema se ha venido ampliando, comentaba que incluso quien escribe comete comunmente ese error, aunque mucho de lo escribo trato de aplicarlo y experimentarlo, no siempre consigo los resultados deseados, hay mucho de anécdota así que puedo hablar con conocimiento de causa, sobre todo en situaciones que me han resultado bien.
Los libros de superación son los más comunes en las librerías, hay muchos y de muchos temas, los hay exitosos y los no tanto, hay algunos que fueron escritos hace muchos años y continúan vigentes y parece que fueron escritos el mes pasado por su frescura y actualidad, ¿porqué creen ustedes que se vendan tanto?, en mi opinión es porque todos tenemos por lo menos un asunto pendiente que resolver y aunque no nos gusta que nos digan que hacer, buscamos las respuestas en este tipo de libros.
Las recomendaciones que tienen estos libros funcionan para quienes las aplican, es una perogrullada, pero es la razón del éxito, funcionan para alguien que aplicó las recomendaciones de una manera disciplinada y entonces recomienda el libro, no nos gusta que nos digan qué hacer pero lo compramos, intentamos tibiamente de aplicar las recomendaciones, no estamos realmente convencidos y al poco tiempo desistimos, no nos funciona y criticamos el libro y a todas las recomendaciones, pero eso sí, si vemos a alguien cometer errores similares a lo que leímos en él, somos los primeros en recomendar aquello que para nosotros no funcionó.
Existen muchos profesionales del desarrollo humano, investigadores serios, verdaderos gurúes, sin embargo no todos son "monedita de oro" para caerles bien a todos, tienen sus seguidores y sus detractores, chequen en el facebook cuántas recomendaciones y publicaciones atribuidas a estos gurúes circulan y se reenvían todos los días, frases que probablemente dijeron o probablemente no, hay quienes reenvían los mensajes de Paulo Coelho y jamás han leído un libro de él.
Por eso es que pongo mucho énfasis en la importancia del autoconocimiento, hay mucha información dispersa en internet, si aseguras la confiabilidad de la fuente, encontrarás información de calidad con mucha mayor facilidad que con la que lo hacíamos antes del internet, pero de nada servirá si no sabes qué es lo que quieres y qué es lo que realmente necesitas mejorar.
En mi carrera profesional he tomado varios cursos de mejora contínua, invariablente, en todos se mencionaba la importancia de establecer un estado actual derivado de un buen diagnóstico, un objetivo o estado futuro deseado y un plan de acción medible, alcanzable y encuadrado en un periódo de tiempo, esto aplica a los procesos pero también a las personas, mientras más simple lo vemos y entendemos, más sencillo es de aplicar.
El error que cometemos es querer cambiar a los demás antes de intentar cambiar nosotros mismos, puedes llenarlos de argumentos y no lograrás convencer a nadie, pero el ejemplo arrastra, si tu cambias puedes inspirar a hacerlo a ellos también, a veces lo único que necesitas hacer es facilitarles el que encuentren su propia motivación. Algo que me atrevería a asegurar es que cuando quieres ayudar sincera y desinteresadamente a las personas a lograr su mejora personal, serás escuchado y ¿porqué no? tal vez hasta logres escribir un blog y ser leído.
Como siempre te dejo mi frase para la reflexión...
"Existe al menos un rincón del universo que con toda seguridad puedes mejorar, y eres tú mismo."
Aldous Huxley (1894-1963) Novelista, ensayista y poeta inglés.
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