jueves, 5 de junio de 2014

Ser agradecido

A veces nos enfrascamos tanto en nuestras actividades diarias, mantenemos un ritmo vertiginoso que nos impide disfrutar de los momentos agradables de nuestra vida, pasamos más tiempo preocupados por atesorar riquezas materiales que en enriquecer nuestro espíritu, tenemos muchas distracciones y nos olvidamos de ser agradecidos, principalmente con Dios por los dones que nos regala, pero también nos olvidamos de ser agradecidos con las personas que nos rodean.

Personalmente siempre trato de ser agradecido, especialmente cuando suceden milagros que nos demuestran la existencia de Dios y que las personas buenas están cuidadas por él, uno de mis hermanos, muy querido por mí sufrió un accidente que pudo ser muy grave, afortunadamente está muy bien y ha superado el trance que seguramente quedará como una anécdota que platicará enriquecida con sus chispas de picardía y buen humor.

El accidente de mi hermano me hizo reflexionar el tema de hoy, nuestro paso por este estadio terrenal que llamamos vida es muy breve comparado con la vida eterna que tenemos prometida, en la que creemos quienes compartimos la religión católica, solo Dios conoce el día y la hora, en un instante estás y en otro no, así que debemos estar preparados siempre y eso implica no dejar cuentas pendientes con las personas que nos rodean, especialmente a quienes amamos y nos aman.

Que las distracciones cotidianas no te impida decirles a las personas que las amas y lo importantes que son para tí, no pierdas las oportunidades que tienes para compartir un poco de lo que tienes con los demás, especialmente tiempo, algo tan simple como decir gracias y que olvidamos con frecuencia.

Decía al inicio que nos olvidamos de alimentar nuestro espíritu, nos acordamos de Dios sólo cuando lo necesitamos, lamentablemente, escudados en el libre albedrío, los católicos somos muy "light" si me permiten la expresión, practicamos nuestra religión a nuestro gusto y conveniencia, por supuesto que hay excepciones, pero como yo lo veo, hay poco compromiso para el crecimiento espiritual y una participación activa en la Iglesia como lo hacen otros grupos cristianos, no voy a entrar en polémica ya eso será tema de otra conversación.

Lo bueno es que Dios no se olvida de nosotros nunca.

Perdón por ponerme tan filosófico y religioso, no es la intención del blog, sólo quiero compartir que un proceso de mejora personal está incompleto sin la parte espiritual, quienes profesamos una religión, la que ustedes quieran, buscamos la respuestas a nuestras dudas, el consuelo de nuestras aflicciones y la esperanza en ellas, cuando Dios da muestra de su presencia, sólo tenemos que agradecer.

Como siempre les dejo la frase para la reflexión...

"La religión cristiana, que parece no tiene por objeto más que la felicidad de la otra vida, nos hace también dichosos en ésta."
Montesquieu (1689-1755) Escritor y político francés
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