jueves, 6 de febrero de 2014

Nacionalismo mal entendido

Una disculpa para los lectores no futboleros que aborde un tema relacionado a este deporte, aunque al final no lo es tanto,  la negativa de un buen jugador mexicano de ir a jugar con la selección, Carlos Vela quien fue campeón del mundo sub17 en el 2005 con esa ya legendaria selección de jugadores que alcanzaron el máximo logro de la categoría.

Carlos ha venido mejorando su juego y hoy tiene un lugar ganado en la liga española jugando en la Real Sociedad de San Sebastián, el mes pasado ganó el reconocimiento al mejor jugador del mes, está jugando a un buen nivel y podría decirse que es el jugador mexicano que mejor esta jugando en cualquier liga extranjera, pero simplemente no quiere jugar con la selección.

Los motivos reales de su negativa, sólo él los sabe. Han desfilado a verlo los últimos tres técnicos nacionales y a todos le ha dicho un argumento diferente, así que lo que se sabe hasta ahora son puras especulaciones. 

La reacción de una buena parte de los aficionados mexicanos, de los comentaristas deportivos y dirigentes de equipos ha sido agresiva con el argumento de que es un mal mexicano porque se niega a responder a un llamado de la Patria, como si jugar fútbol fuera un asunto de seguridad nacional, hay quien se "desgarra las vestiduras" y no da crédito a que un jugador no quiera ir al mundial.

Cuando mal entendemos el nacionalismo es que tomamos estas posturas, no recuerdo una reacción similar ante el senador que hace una fiesta con mariachi, bebidas caras y en el recinto legislativo para festejar a su esposa, un robo descarado del dinero que pagamos en impuestos. Tampoco hay una reacción semejante ante los diputados y senadores por la reforma fiscal que nos recetaron en este año.

Perdemos de vista lo importante, entendemos como sinónimo de la patria a la selección, pero no comprendemos que la patria es el lugar donde vivimos y cómo vivimos, patria somos los mexicanos y como queremos ser identificados. Bastante trabajo hay que hacer en las familias, se eliminó de las escuelas la materia de civismo, basta para confirmarlo con ver en los mundiales y eventos deportivos cómo es común que pasen los grupos de mexicanos ruidosos, borrachos, haciendo desastres en el camino al estadio. 

En las oficinas de gobierno, al hacer un trámite, todos quieren sacar ventajas de los demás, "el que no tranza no avanza" es una consigna de desempeño económico, la corrupción está en todos los niveles de gobierno y quedan cada vez menos lugares sin contaminar.

No está mal divertirse, emocionarse o sufrir con la selección, es un deporte, es espectáculo y una distracción, pero no confundamos ese nacionalismo barato del "siquitubum", veamos lo importante y seamos verdaderos nacionalistas indignándonos ante la corrupción del gobierno, actuando y yendo a votar;  exijamos cuentas a los gobernantes, participemos más en nuestra comunidad, en nuestra colonia, si no, por lo menos en nuestra familia, eduquemos a nuestros hijos con valores sólidos y proyectémoslos a que sean ellos, los jóvenes, quienes logren un verdadero cambio en México, asumir nuestra posición en la sociedad con responsabilidad, eso es ser nacionalista.

Les dejo la frase para la reflexión...
 
"Nadie es patria, todos lo somos."
Jorge Luis Borges (1899-1986) Escritor argentino.
 
 
 

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