A mí no me gustan los días nublados, me parecen tristes y despiertan en mí sensaciones que no son las que prefiero, un día nublado me provoca pensamientos llenos de nostalgia. Ustedes saben que me gusta recurrir al diccionario para enriquecer el blog con conocimiento de nuestro bello idioma, así que veamos que nos dice:
nostalgia.
Los últimos días en Monterrey han sido nublados y hoy por la mañana estuve recordando situaciones que viví en mi pasado reciente y me provocó esa trsteza melancólica de la que nos habla el diccionario, mis pensamientos se ocuparon en tratar de identificar las causas que detonaron la sucesión de eventos, que parte de mi comportamiento influyó, el problema es que el estado de ánimo hace que se pierda la objetividad.
La nostalgia puede hacernos caer en el error de sentirnos culpables, nos hace enfocarnos en nuestra persona no en la situación, lo cual también es un error ya que la tendencia de ése pensamiento es negativa, si asumo que soy el culpable puedo detonar una espiral descendente que afecta la autoestima, agrava el problema, provoca depresión y genera un círculo vicioso, ya que una persona en depresión no piensa con claridad, toma malas decisiones y crea nuevos y mayores problemas.
Para el momento de tomar el desayuno, había tomado consciencia de los pensamientos negativos y los cambié a modo positivo, en primera instancia tratando de tomar lo positivo del día nublado, como por ejemplo mejores condiciones de temperatura, en segundo lugar enúmerando las cosas positivas que el cambio trajo consigo, dejé de pensar en lo perdido y me concentré en lo ganado, cambié completamente el sentido de los pensamientos.
El día nublado fue un detonante, pero no dejé que continuara el proceso. Es como cuando tienes el inicio de una gripe, si logras cortarla a tiempo, es probable que no te de o por lo menos controles sus síntomas, si dejas que te de por completo tendrás que completar el proceso de curación.
La nostalgia es una emoción que no podemos dejar de sentir ya que todos hemos tenido alegrías en nuestras vidas que añoramos, sentimos nostalgia de la niñez pero aceptamos nuestra edad y las ventajas que tiene, además siempre podemos tener espíritu de niño y disfrutar como ellos lo hacen.
Como dice el diccionario, se añora la Patria porque trae recuerdos felices, amigos, comida bebida que abren esas conexiones dimensionales de tiempo-espacio. Para mí que estoy lejos de mi tierra el pensar en un futuro viaje de visita llena de expectativas positivas mi pensamiento. Así que mi recomendación hoy es que tomes lo bueno de la nostalgia y disfrutes tus recuerdos sin dejar que la melancolía se apodere de tus pensamientos.
Así que te dejo la reflexión en pocas palabras.
"La nostalgia ya no es lo que era."
Peter de Vries (1910-1993) Editor y novelista estadounidense.
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