Probablemente les ha ocurrido que tratan de recordar el nombre de una persona y por más esfuerzos que hacen no logran hacerlo, sienten que lo tienen "en la punta de la lengua" pero los esfuerzos resultan infructuosos, pasando algún tiempo, sin quererlo, ése nombre les viene a la memoria súbitamente.
El cerebro humano es un enigma, a pesar de muchos estudios serios, no se ha logrado identificar claramente cómo funciona la mente humana y cómo es que funciona la memoria.
Lo que si se ha comprobado es que el cerebro, como si fuera un músculo necesita ejercitarse para mantener en óptimas condiciones su funcionamiento, si no lo usas se atrofia. En la era de la tecnología, nos hemos vuelto cada vez más dependientes para recordar datos e información. La agenda de un teléfono tiene una capacidad inmensa de almacenaje, puedes inscribir los números telefónicos de todos tus contactos, pero tienes que consultar tu propio número porque no lo recuerdas. "Es que yo no me llamo a mí mismo" dices como excusa, pero la realidad es que has vuelto perezoso a tu cerebro.
Personalmente tengo una gran dificultad para recordar nombres, es dificil que olvide una cara, pero no podré recordar su nombre, ni siquiera si tuve una relación de largo plazo, eventualmente olvidaré el nombre, el apellido o los confundiré con otros. Eso es un problema cuando tienes un equipo grande de colaboradores y que necesitas llamar por su nombre como un sinónimo de confianza.
Cuando te presentan una persona, ¿recuerdas su nombre?, posiblemente ni lo hayas escuchado por responder rápidamente "mucho gusto". Las personas que desarrollan una habilidad para recordar nombres, números de teléfono, direcciones ejercitan su cerebro por medio de mnemotecnia:
mnemotecnia.
Un profesor que me dio clases de calidad y mejora contínua, se aprendía los nombres de los alumnos desde el primer día, es una persona mayor, casi de 70 años y su habilidad era verdaderamente sorprendente, sobre todo porque recordaba los nombres de un semestre a otro.
Este tema me lo trajo a colación un artículo publicado en el NYT que leí el día de hoy "Why our memory fails us", entre los conceptos del artículo que me parece importante comentar es que hay datos que comprueban que las personas que confían en su memoria, fallan menos que quienes no confían plenamente en ella. ¿quién iba a pensar que la memoria fuera cuestión de confianza?.
A veces me pregunto, ¿cómo puedo recordar un chiste para platicarlo despuésde escucharlo y no se me queda un nombre?, será que me siento más confiado con el chiste.
Tratandose de situaciones vividas, no de datos, la memoria nos hace jugarretas, porque recordamos las cosas como las queremos recordar y no como fueron necesariamente, esta diferencia es más evidente cuando fuimos sometidos a un estrés importante. Ya les he comentado como una situación estresante prepara al cuerpo para responder más rápidamente, por ejemplo con la dilatación de las pupilas, da la impresión de que las cosas suceden cámara lenta, ése efecto deja una impresión más duradera en la memoria, por lo tanto a mayor estrés mayor fidelidad de los recuerdos. Por eso recordamos más a los maestros o jefes exigentes, porque nos someten a un nivel mayor de estrés y dejan una huella más profunda.
Pero hay ocasiones en que olvidamos detalles porque no los queremos recordar, nuestro cerebro crea una realidad alterna como un mecanismo de defensa ante recuerdos muy dolorosos o desagradables, es cuando recordamos las cosas como hubiéramos querido que fueran, formamos una idealización, la memoria hace una más de sus jugarretas. El cerebro discrimina lo que quiere recordar, he llegado a pensar que tener mucha información hace un efecto similar al del disco duro de una computadora que hace espacio para almacenar el excedente de información eliminando los archivos más antiguos o los que identifica como no importantes.
Circula en las redes un video de un niño de 4 o 5 años que se sabe todas las capitales del mundo, tal vez la única utilidad de esto es que se convierte en un espectáculo. La utilidad de lo que recordamos, cómo lo recordamos y que hacemos con lo que recordamos será lo que establezca la diferencia.
La reflexión de este blog es nunca dejar de ejercitar nuestra memoria, usar todas las técnicas a nuestro alcance y forzar a nuestro cerebro a recordar. Por cierto este es el post número 300, si te gusta compártelo, si no te gusta, critícalo.
Por si las dudas te dejo la reflexión en pocas palabras...
Por si las dudas te dejo la reflexión en pocas palabras...
"La memoria es el centinela del cerebro."
William Shakespeare (1564-1616) Escritor británico.
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