Tengo que disculparme con mis pocos lectores, recordarán cuando inicié esta aventura de escribir hace poco más de un año, pude dedicar tiempo a esta actividad que disfruto porque mi tiempo libre se incrementó gracias a mi salida de la Empresa en la que laboré por casi 17 años. Desde entonces casi no he fallado en escribir diariamente un mensaje sobre el cual reflexionar y que ayude a iniciar algún tipo de mejora personal. Sin embargo, mis nuevas actividades laborales se han venido incrementando paulatinamente y ese espacio dedicado a mi afición se ha venido ocupando, como ejemplo, la semana pasada.
Hoy estoy retomando mi espacio a punto de cumplir las 300 publicaciones hoy es la 299, y quiero hablar de un tema que ya he comentado: el proceso de encontrar tus motivadores.
Recuerdo una época en que me tocó coordinar los esfuerzos de un grupo de vendedores, las personas dedicadas a las ventas son muy susceptibles a los estímulos externos, su comentario cuando no lograban sus metas era: "es que no me motiva", querían una respuesta extrínseca para algo intrínseco, por lo que, invariablemente, mi respuesta se enfocaba en ayudarles a encontrar sus motivadores, sus propios motivos que los impulse y facilitarles el proceso.
Los motivos son intrínsecos a la persona, yo los identifico como unos pequeños "switches" internos que encienden los motores. Como coordinador de sus esfuerzos, me enfocaba en encontrar esos switches y ayudarles a encenderlos, para algunos era el reconocimiento, les gustaba competir por el primer lugar y que quedara manifestado en el tablero de resultados, para otros era más importante que las comisiones se pagaran completas y a tiempo, para otros era tener la libertad de organizar su tiempo, mi trabajo era facilitar ésos procesos, lo hacia poniendo y actualizando el tablero de resultados, pero comunicando a todo el personal, cuidando los tiempos y procedimientos para el pago de comisiones y dando libertad a quien lo requería, enfocándome en resultados y no en tiempo efectivo de trabajo o lo que llaman "horas nalga", tiempo de oficina improductivo.
Parte de mis actividades actuales están dedicadas a implementar y seguir un plan de desarrollo organizacional que diseñé el año pasado, esto ha implicado constantes cambios en la estructura. La experiencia adquirida en la identificación de esos motivadores en mi equipo de trabajo, me permite identificar al personal que tiene "espolones para gallo", es decir, competencias, aptitudes y actitudes para asumir nuevas y mayores responsabilidades, facilitar el proceso dándoles la oportunidad de crecer en el trabajo con un ascenso.
La respuesta es siempre positiva, todos tenemos un objetivo intrínseco de sentirnos útiles y reconocidos, un ascenso tiene ambos, con la ventaja de que va acompañado con una mejora salarial.
Personalmente, no me siento cómodo teniendo que estar supervisando a las personas para que cumplan sus actividades, prefiero tener personas motivadas y convencidas de la importancia de hacer su trabajo, sin importar si son supervisados o no. Esto se logra encontrando sus motivadores, poniendo en marcha sus motores.
Cuando quieres iniciar un proceso de cambio y de mejora personal, lo primero que necesitas es encontrar tus switches que te impulsarán a lograr tus objetivos y encenderlos. Mi gusto por escribir es el switch para este blog.
Como siempre te dejo una frase para tu reflexión...
"Toda la actividad humana está motivada por el deseo o el impulso."
Bertrand Russell (1872-1970) Filósofo, matemático y escritor británico
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